Wraith

Wraith (Espectro): Herencia familiar

WraithDe tal padre, tal astilla. NOS4A2, La Capa, Locke & Key… ya no hay nadie que dude del talento de Joe Hill como escritor. Incluso hay quien considera que actualmente su obra resulta, cuanto menos, más estimulante que la de su padre, Stephen King. Pero también es incuestionable la tremenda influencia del patriarca familiar en Hill, sobre todo en historas como la que nos ocupa, Wraith (Espectro). Precuela de la citada novela NOS4A2 –se pronuncia como Nosferatu–, Wraith nos relata el origen de Charlie Manx mientras sigue a un desafortunado grupo de convictos fugados que se topan con la siniestra Christmasland, hogar de Manx y lugar en el que los niños siempre son «felices».

 

La permanencia de conceptos como los terrores infantiles, las relaciones –difíciles– paterno-filiales, cierto aire melancólico o lo entornos aislados, son reflejo de la fuerte influencia de King en su hijo y ayudan a generar cierto halo familiar en todos aquellos que sean seguidores de la bibliografía del veterano escritor de Portland. Entrar en la lectura de Wraith es hacerlo en terreno conocido, pero sin llegar al punto de que suponga un problema. Hill sabe marcar distancias para conformar su estilo personal y, aunque haya ciertas señas similares, el libro tiene su propia identidad.

 

Ojo, la lectura de NOS4A2, si bien es recomendable por sí misma, como novela de terror, no es necesaria para aproximarse a Wraith. Ambas obras funcionan a la perfección de forma independiente. Pero no dudéis de que después de haber entrado en una el ansia podrá con vosotros e iréis corriendo a vuestra librería más cercana para haceros con la otra. Joe Hill ha creado un mundo fantástico dominado por un aterrador ser a quien el tiempo elevará al estatus de personaje de culto dentro del género.

 

Wraith

 

Esta es una historia de villanos. Los grises dominan a todos los personajes y la oscuridad consume la poca luz que se logra atisbar durante buena parte de la trama. El mal es combatido por el mal y son las motivaciones de cada uno lo que diferencia a los verdaderos monstruos de aquellos que han tomado pésimas decisiones en la vida. Wairth aterra porque sus personajes son terriblemente humanos. El guionista logra crear una atmósfera opresiva y angustiosa, que tiene su mejor aliada en el trazo de Charles Paul Wilson III. Un dibujo de esos que se suelen catalogar de «sucios» y muy detallista al que el terror le sienta de maravilla.

 

No es una obra redonda, ni mucho menos. Superado el epílogo y el primer acto de la historia central, el ritmo decae un poco –el temido segundo acto–, pues el guionista se recrea en exceso en el entorno y el argumento no termina de avanzar. Sin embargo, en cuanto reconduce la situación la historia no para de crecer hasta llegar a un desenlace que emociona y perturba a partes iguales. Pocas veces veremos un final así de redondo.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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