Parafraseando la mítica cita de Forrest Gump, «el mundo de los crossovers es como una caja de bombones. Nunca sabes cuál te va a tocar». O, en este caso, «cómo te va a salir». Junto a Dynamite, DC Comics es, quizás, la editorial norteamericana que más ha explotado el mundillo de las licencias en los últimos años. A España, siempre de la mano de ECC Ediciones, nos han llegado recientemente alianzas de lo más variopintas, como pueden ser las de Liga de la Justicia y Power Rangers, Batman y las Tortugas Ninja o Green Lantern y los simios de Pierre Boulle en su versión fílmica.
La apuesta es clara: Juntar a los héroes de la editorial con las franquicias más icónicas de las últimas décadas. Y aquí cabe a la perfección Star Trek / Green Lantern, siendo la encarnación de la tripulación del Enterprise reimaginada por J.J. Abrams la protagonista de esta historia. Como decía, esta mezcolanza de licencias puede suponer un enorme acierto, como también un fracaso estrepitoso. Por suerte, volviendo a nuestro amigo Forrest, Star Trek / Green Lantern es uno de esos bombones de sabor agradable. Su aspecto puede parecer estrafalario y generar dudas, pero da gusto comérselo.
La pareja creativa detrás de esta aventura espacial es la formada por el guionista Mike Johnson y el dibujante español Ángel Hernández. El escritor, con amplia experiencia en lo que al universo trekkie se refiere, elabora un relato que no es ningún ejemplo de originalidad, pero que cumple su función de entretenimiento de maravilla. Curtido también en el frente deceíta (suyas son la estupenda etapa de Supergirl en los nu52 o Tierra 2: El fin del mundo), coge elementos de aquí y de allá para formar un relato muy compacto y coherente con sus intenciones. Su trabajo en las dos cabeceras de DC Comics señaladas -Supergirl y Tierra 2- es especialmente revelador acerca del tratamiento de esta aventura. Sus protagonistas partían de un estado de desconcierto, debían sobreponerse a la experiencia que supone enfretarse a un mundo extraño y aprender a adaptarse a marchas forzadas. Tanto a Hal Jordan como al Capitán Kirk y su tripulación les ocurre igual. De repente dos mundos tan alejados entre sí como el mundo de las maravillas de los Lantern, como el de la Federación donde opera la USS Enterprise, chocan y se ven alterados para siempre. Johnson tiene el acierto de conciliar el componente fantástico (casi mágico) de los anillos de poder con la sci-fi tecnificada de la que siempre ha hecho gala la franquicia trekkie, de tal forma que tras el evidente proceso de adaptación al que se ven expuestos los personajes de ambos mundos, todo fluye con gran naturalidad.
El trabajo del tinerfeño Ángel Hernández a los lápices (arropado por el colorista Alejandro Sánchez) es para quitarse el sombrero. Teniendo en cuenta que nos enfretamos a un producto pensado para contentar a un nicho tan concreto como exigente, es de aplaudir el trabajo del artista en la recreación de los rostros de la tripulación de la Enterprise. Chris Pine, Zoe Saldana, Anton Yelchin… incluso una secundaria como Alice Eve (en el reboot de Abrams solo aparece en Star Trek: En la Oscuridad) salen fielmente retratados. Quizás se eche en falta algo más de juego en cuanto a las formas que pueden adoptar las estelas de poder de los anillos, reduciéndose aquí casi por completo a simples rayos, pero el tono trágico que toma la historia desde sus primeros compases exige esa «seriedad». No en vano es la vida misma del universo la que está en juego.
Star Trek / Green Lantern sienta, además, las que podrían ser las bases del que podría ser un vasto universo por explorar en cabeceras regulares o miniseries. Como todo, estas ilusiones dependerán de los editores de turno (en EEUU ya existe una secuela titulada Mundos extraños). Cuando una obra de estas características deja estas impresiones y permite a los lectores imaginar un futuro más allá del cruce publicitario de turno es porque el trabajo se ha hecho como es debido. Los personajes están tratados con respeto y la trama se ha trabajado con cariño, acorde a las posibilidades y limitaciones de este tipo de empresas.
Por pedir, habría estado bien que ECC Ediciones apostara por una encuadernación en cartoné, pero es de agradecer la publicación de la obra en nuestro idioma. Y que no se retrasen mucho con la publicación de la mencionada secuela.
Deja un comentario: