ECC Ediciones da por concluida la recopilación de la Wonder Woman de Phil Jiménez con la publicación de este La tierra de los perdidos, que abarca los números del 178 al 188 además del especial Wonder Woman: Donna Troy. La trayectoria del autor ha estado salpicada de injerencias editoriales a causa de los eventos de turno, que no han ayudado precisamente al desarrollo de una etapa errática, con aciertos, pero también con muchos altibajos.

Este último volumen vuelve a dar cuenta de Nuestros mundos en guerra, aunque a diferencia de La bruja y la guerrera (que estaba en todo el meollo), la referencia al crossover es accesoria a la trama. El primer arco, La tierra de los perdidos, tiene a Diana luchando por la liberación de un extraño mundo asediado por villanas clásicas de la amazona como Giganta o la Doctora Veneno. En otro frente, Jiménez se centra en la figura de Wonder Girl y la búsqueda de su padre, en un esfuerzo por no dejar de lado al séquito de la amazona y darles herramientas para que puedan seguir creciendo sin la necesidad de tener presente la figura de Diana. Complementando ambos relatos, el guionista dedica también un valioso tiempo a Donna Troy, embarcada en una misión de tintes mitológicos que busca recuperar a un personaje de cierta enjundia para la colección.

Tras este entretenido y algo accidentado primer arco (Jiménez es fiel a sus costumbres dejando cuestiones sin resolver), el guionista presenta una aventura corta pero muy animada que homenajea el legado de George Pérez y, concretamente, la etapa en la que decidió jugar con la corriente temporal convirtiendo a Hipólita en la Wonder Woman de los terribles años de la 2ª Guerra Mundial. En este relato, además, Jiménez vuelve a tomar el control completo, escribiendo y dibujando, a diferencia de la historia que abre el libro, para la que cuenta con ilustradores como el eficiente Roy Allan Martínez (cuyo estilo puede recordar al de Frank Quitely) mientras él trabaja los guiones.

El tercer y último arco del tomo (y de Phil Jiménez al frente de la vida de la amazona) rescata la pequeña trama protagonizada por Donna Troy para, a partir de ella, proponer una historia que sirve para cerrar los principales frentes que ha ido trabajando a lo largo de su etapa, lo que significa volver a poner bajo el foco a la maquiavélica doctora Minerva, al misterioso Sebastián Ballesteros y la trágica Cisne Plateado. Jiménez encuentra aquí el marco perfecto para reunir a buena parte del elenco de personajes que acompañan a Diana en sus aventuras.

Cierran el volumen dos historias que ponen en relieve tanto a Diana como a su hermana Donna. Respecto a la primera, Jiménez la acompaña durante todo un día y la observa a través de la mirada maravillada de un niño, al que insufla sus valores e ideales. Con la excusa de la celebración de un festival de las amazonas de Themyscira, el autor tiene vía libre para resaltar la figura de la protagonista y todas sus cualidades. Respecto a Troia, el empeño del autor es darle un poco de paz y hacerla reflexionar sobre lo malo, pero también lo bueno, que tiene su vida y su misión de derrotar al odio del mundo.

La tierra de los perdidos supone una digna despedida de Phil Jiménez. Le costó mucho encontra acomodo en la cabecera y quizás lo logró cuando ya tenía fecha de caducidad en la serie, pero al final supo hacer justicia al legado de Diana de Themyscira.