Ayashimon

Ayashimon #1: Unos yakuzas muy especiales

AyashimonDespués de disfrutar tanto con Jigokuraku (aquí podéis hacer un repaso a todos nuestros posts sobre la serie), no podíamos dejar de pasar la oportunidad de hincar el diente a Ayashimon, la nueva obra de Yûji Kaku que Norma Editorial trae a nuestro país. Eso sí, antes de sumergiros en esta nueva aventura del afamado mangaka debéis tener en cuenta que la propuesta no terminó de calar del todo entre los aficionados japoneses, obligando a Kaku a reestructurar sus planes y cerrar la serie antes de tiempo.

 

«¡¿De dónde ha salido este humano?!»

 

Eso no quiere decir que Ayashimon haya quedado inconclusa ni mucho menos, simplemente que su recorrido (tres tomos) no fue el inicialmente previsto por el autor y puede (en este punto hablamos por hablar) que el prematuro desenlace termine pasando factura al cómputo global. Pero no vamos a aventurar nada más y vamos a centrarnos en lo que toca, que es el primer tomo de un shonen que juega a combinar dos mundos tan diferentes como son los de los yokais y la yakuza.

 

Este primer tomo sirve como toma de contacto. El autor nos presenta a sus principales protagonistas, el mundo en el que se mueven y el tono y enfoque que tendrá la historia. En este sentido estamos, como decíamos, ante un shonen de acción y fantasía con tintes de comedia. Puede que así de primeras no sea la propuesta más original del medio, pero Ayashimon juega con una carta a su favor, que no es otra que la autoconsciencia del género en el que se mueve. Maruo, el protagonista masculino, es un fanático de los mangas de acción y no pierde la ocasión de poner en práctica sus conocimientos y experiencias porque, y aquí está la clave, su mayor deseo es convertirse en protagonista de un manga.

 

Ayashimon

 

De esta manera le veremos no solo citando a sus personajes favoritos, sino que también se lanzará de cabeza contra aquellos que puedan ser sus rivales o buscará la forma de crear y presentar sus técnicas maestras. Maruo fantasea con emular a Goku o Kenshiro y sumergirse en un mundo de mafiosos con poderes sobrenaturales que viven al margen de la sociedad es la oportunidad para vivir dicha fantasía. Urara, la protagonista femenina, ve en esa insensatez (y en unas aptitudes que ya descubriréis si le dais una oportunidad al manga) la herramienta diferencial que le ayudará en sus propias ambiciones.

 

Respecto al mundo, Kaku nos presenta un Japón actual que podría pasar por el nuestro si no fuera por la existencia de demonios y yokais de todo tipo entre nosotros. Estos, además, forman sus propios clanes mafiosos para hacerse con más y más poder. Extraña pero divertida, esta combinación de elementos resulta muy interesante, pues adapta los códigos de uno y otro mundo para que encajen entre sí. Así, mientras asistimos a la transformación de personas en auténticos monstruos, también se le da suma importancia a cuestiones más «íntimas» como el ritual del sake entre un subalterno y su superior en la yakuza.

 

Si bien el argumento no parece que vaya a salirse de los cánones de este tipo de aventuras, el envoltorio aporta la suficiente frescura como para querer saber más del manga.

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