Primero fue una serie radiofónica, pero a muchos les sonará de la adaptación televisiva protagonizada por Bruce Lee y ahora pasa al cine con acción y humor a partes iguales. Tras firmar un guión como el de Supersalidos, uno se pregunta que le ha tenido que pasar a Seth Rogen para escribir y protagonizar The Green Hornet.
Britt Reid (Rogen), heredero de un periódico muy respetado decide un buen día, entre fiesta y fiesta, convertirse en un héroe. Misión para la cual contará con la ayuda de Kato (Jay Chou), un empleado de su casa. Enfrente, el malo malísimo interpretado por Christoph Waltz y, en medio de todo, la mujer florero de rigor (Cameron Díaz).
Si somos capaces de dejarnos llevar y no prestamos atención a un protagonista molesto y con el que es imposible empatizar, el planteamiento y la presentación de los personajes, enganchan y convencen. La cosa se va de madre, sin embargo, en cuanto nuestros héroes se preparan para la pelea y la película se convierte en un encadenado de sketchs y secuencias de acciñón que se van alternando hasta llegar a la espectacularísima traca final.
Michel Gondry no se siente cómodo en esta superproducción, no encuentra el ritmo narrativo adecuado y las escenas tienden a alargarse hasta la extenuación sin necesidad. En algunas de las peleas, además, el director juega con la velocidad, rodando los golpes a cámara lenta y con un montón de efectos visuales. Recurso éste, que parece de inserción obligada en las producciones de este tipo y que no aportan gran cosa.
Ahora bien, queda muy curiosa y con una estética «videoclipera» bien cuidada, una de las escenas iniciales de la película, en la que después de una fiesta, Britt Reid lleva a una chica a su casa y le enseña el garaje a la vez que «comprueban» la tapicería de los vehículos.
Llega un punto en que The Green Hornet deja de entretener y ya no hace gracia, salvando a Chudnosfky, el villano con el que Waltz parece parodiar su papel en Malditos bastardos.
Al final surgen tres preguntas: ¿qué pinta Cameron Díaz en la película? Tiene un papel que resulta irrelevante y, lo que es más inquietante, trás títulos como Noche y día o The box, su carrera empieza a tomar los mismos derroteros que la de Nicolas Cage. ¿Qué le ofrecieron a Michel Gondry para dirigirla? Y la más importante de todas (retomando el inicio de esta crítica), ¿cómo le dieron el visto bueno a Seth Rogen y produjeron el guión? Como vendedor, no tiene precio.
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