El rey León

El Rey León: El diamante en bruto de Disney

No tengo ningún miedo a reconocer que mi película favorita de la historia es El Rey León. Han pasado 24 años desde su estreno en cines, han llegado infinidad de películas que me han podido gustar mucho… pero ninguna ha llegado a los niveles de emoción, entusiasmo y recuerdo que El Rey León. Es una obra maestra. Por eso cuando se anunció que iba a tener una adaptación en imagen real el miedo se apoderó de mí. Ese miedo a que toquen algo que crees que te pertenece, del que tienes un recuerdo imborrable en la memoria y que piensas que lo van a mancillar de la peor forma posible. Pues ese miedo. Pero mira por donde, al final, la adaptación a imagen real de El Rey León es digna, es emocionante y consigue trasmitir lo mismo que la obra maestra de animación. Es fácil sentir lo mismo, pues Jon Favreau y Disney han “calcado” la película de animación, con algún giro que sorprenderá y añadiendo alguna secuencia nueva, pero la esencia de El Rey León ahí está. Sigue siendo el diamante en bruto, que diría la cueva de las maravillas de Aladdin, de Disney.

 

El rey León

 

Y es que Disney no ha querido correr ningún riesgo con su obra más importante. Así como en Dumbo vimos una historia nueva y en Aladdin han introducido nuevas tramas, en El Rey León hay poco margen para innovar o querer contar la historia de otra manera. En Disney saben lo que significa esta película, la cantidad de fans que tiene y que para muchos es su obra cumbre. Es por eso por lo que la historia no varía un ápice, salvando alguna que otra cosa, pero si te sabes la de animación al dedillo, esta te la sabrás de memoria. Si que han variado algunos diálogos, han introducido algunos momentos cómicos nuevos o secuencias completas que no estaban en la obra original ni en el musical, pero el riesgo es mínimo y, oye, ni tan mal. Sé que muchos se vendrán en contra por haber realizado la misma película, pero es que si hubieran hecho otra hubieran puesto el grito en el cielo de que eso no es su El Rey León y haciendo lo que han hecho tendrán a más gente a favor que en contra, creo, pues este El Rey León es para las generaciones que vienen, las generaciones que van al cine por primera vez y quieren sentir aquello que sentimos los que vimos El Rey León en pantalla grande en 1995.

 

El rey León

 

Lo primero que te entra por los ojos es la imagen foto realista de la cinta, que casi parece que están viendo una imagen real y olvidas por momentos que estás viendo imágenes generadas por ordenador. El movimiento del pelo, de los músculos, de los ojos o de la boca es de prodigio absoluto y la iluminación es otra cosa realmente asombrosa. Tenía miedo de que los momentos más íntimos de El Rey León se vieran empañados por el intento de darles más espectacularidad, pero ya os digo que la primera conversación de Simba con Mufasa o cuando Timón y Pumba hablan de los dioses del pasado son una auténtica maravilla y que pondrá los pelos de punta. Pero todo este prodigio visual viene acompañado por una banda sonora que realmente pondrá los pelos de punta al más pintado. Hans Zimmer vuelve a ponerse detrás de la banda sonora e introduce elementos y sonidos africanos a su composición, dándole otro toque a composiciones clásicas como This Land o Under the Stars. Las canciones vuelven a ser un plato fuerte de la película, lucen menos espectaculares que en su forma de animación, pero siguen haciendo que vibremos y cantemos en la cinta.

 

El rey León

 

A todo esto, hay sumarle un magnífico hacer de las voces que componen el elenco de la cinta (hablo de la versión en inglés) en donde destacan Seth Rogen como Pumba, Billy Eichner como Timón y Florence Kasumba con Shenzi son de lo mejor de la cinta. Donald Glover, James Earl Jones (espectacular de nuevo como Mufasa) y Beyoncé Knowles cumplen su cometido. Se echa en falta a Jeremy Irons como Scar, pues Chiwetel Ejiofor cumple, pero no le da a Scar el toque de miedo y respeto que se le tenía en la original. Eso sí, preparaos para la gran nueva versión de Preparaos y a la espectacular performance de Es la noche del amor, para lo que Donald Glover y Beyoncé parecen destinados a cantar juntos.

 

En definitiva, El Rey León puede ser una copia casi exacta de la original con algún que otro momento nuevo introducido para darle más dinamismo y que veamos cosas que no habíamos visto. Pero en el fondo sigue siendo esa obra maestra que Disney nos regaló hace 25 años. Sigue emocionando, sigue fascinando y sigue siendo la mejor película de Disney. El Rey León sigue siendo el diamante en bruto de la compañía de Mickey Mouse y es complicado que otra película la baje del pedestal ¡Larga vida al Rey!

Acerca de Christian Leal

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Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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