Absolute Wonder Woman

Absolute Wonder Woman #6-7: Romper cadenas

Absolute Wonder WomanLo que Panini Cómics nos vendía como una historia de transición es en realidad el epílogo del primer arco argumental de Absolute Wonder Woman; no solo porque su acción viene desencadenada por la «afrenta» de Diana a los dioses al huir del inframundo, sino porque conceptualmente continúa explicando cuáles son los lazos que unen a la amazona y a su madre, Circe, concluyendo, así mismo, la presentación de los elementos clave que acompañan a Diana en esta realidad Absolute. Así pues, seguimos refiriéndonos a este par de episodios como parte del arco inaugural de la colección.

 

«¿Cómo… cómo puede ser tan poderosa?»

 

En su retorno forzoso al infierno, Wonder Woman sigue sacando partido a las lecciones de Circe, las cuales descubrimos -como hasta ahora- a partir de unos flashbacks que no solo ilustran la relación madre-hija y sus respectivos sacrificios, sino que ilustran la convivencia de Diana con las leyendas y relatos de la mitología clásica, reescribiendo algunos de ellos para acomodarlos a nuestra protagonista. El más relevante de los que nos muestran Kelly Thompson y Mattia De Iulis (que da un descanso a Hayden Sherman, dibujante titular de la serie) es el que compete a Prometeo, en cuyo destino ya no figura Heracles, sino la princesa amazona.

 

Al igual que hiciera con Medusa, Thompson interpreta conceptos de la mitología clásica y los adapta a una realidad en la que Diana, aún sin perder su nobleza, ha sido forjada con fuego y sangre. En este sentido, la guionista busca una mayor organicidad en cómo afecta el componente divino en la vida de Wonder Woman, alejándose de tratamientos más rígidos y mundanos como los de George Pérez o Phil Jiménez. Es decir, como hicieran Azzarello y Chiang durante su también afamada etapa, Thompson exalta la tragedia (entendida por tragedia clásica) y rebaja la carga súper, acoplando las dinámicas pijameras a lo que demanda la historia.

 

 

Y siendo esta una historia del amor entre madres e hijas y de romper las cadenas ante las injusticias, podéis imaginar que hay poco espacio para los habituales tropos del género súper. Esto es algo que también traslada De Iulis a través de su dibujo. El dibujante italiano apuesta por picar las secuencias, cargando así las páginas de viñetas y «pone la cámara» en las caras y expresiones de los personajes. Incluso con Prometeo, más allá de los planos situacionales que nos permiten ver la verdadera escala del titán, lo que abundan son los primeros planos. Así mismo, juega en determinado momento (la propia historia lo demanda) con la técnica de la cerámica de figuras negras y evoca también la apuesta que en su día hiciera Cliff Chiang representando a Perséfone y Hades (estando en el inframundo es imposible que sus regentes no aparezcan) como figuras no estrictamente humanas.

 

Por último, cabe destacar también el pequeño complemento que guioniza la misma Thompson e ilustra Dustin Nguyen. A modo de tira cómica, tenemos cuatro páginas (dos por número) que narran el divertido día a día de Circe y su hija, incansables en su búsqueda de luz y color en la hostil Isla Salvaje. Ojalá este experimento llamado «La pequeña Diana» no se quede en eso y tenga continuidad a medio plazo, pues aporta una mirada divertida y entrañable a nuestra heroína.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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