«Tengo malas noticias para ti, cariño«

Es inevitable hablar del Caballero Luna sin pagar el peaje de charlar un rato sobre la salud mental. No ya sólo porque Marc Spector tenga un trastorno disociativo de la personalidad riquísimo (en el universo de la Casa de las Ideas podemos ver  gente como Legión o Hulk que tiran por el mismo camino), sino porque Spector, el Caballero Luna, ha pasado más tiempo que nadie en la consulta de su terapeuta (sus visitas se han convertido en una constante en la etapa de Jed MacKay) y el paso del personaje por la plataforma de Disney+ ha puesto más de actualidad si cabe este hecho… justo en un momento en el que la humanidad está especialmente sensible con este tema.

Y es que hace seis o siete años uno hablaba de que iba a terapia y caía de inmediato en la cajita de los seres humanos rotos e inestables (en este país al menos). Pero llegó la pandemia del Covid-19, ésta nos obligó a todos a ponernos frente a frente con nuestros demonios y, de repente, sufrir por temas de la mente pasó de ser un tema tabú para unos pocos en el siguiente gran problema social que había que abordar. ¿Causó la pandemia un repunte de enfermedades mentales? Es posible, no diré que no, pero sobre todo sacó a relucir todos los problemas que muchos manteníamos a duras penas a raya y que se hicieron insoportables al quitarnos la posibilidad de evadirnos, socializar, compartir el dolor con nuestros amigos y allegados… La ansiedad que se sostenía en un continuo poner la cabeza en otra parte encontró vía libre para tomar nuestras vidas, la depresión que se curaba con una tarde de risas y cañas o con una excursión al monte se encontró con una puerta abierta a nuestros pensamientos. Y es ahora cuando todos caemos en la cuenta de que no estábamos tan bien como creíamos, que todos necesitamos ayuda y que hay que cuidar tanto la cabeza como cuidamos nuestro peso o nuestra columna.

«Sé lo que significa que la gente crea que no se puede contar contigo«

El cuarto tomo de la etapa de MacKay al frente del Caballero Luna es un álbum de transición de cara a una nueva historia potente, pero eso no significa que importe menos. En él vemos como la misma terapia a la que se somete Spector tiene poco o ningún resultado en un psicópata que no hace ningún esfuerzo por encajar, y vemos también (y este capítulo me encanta) como la misma tiene un efecto poderoso sobre nuestro protagonista en la manera en que encaja sus propios errores y trata no sólo de enmendarlos, sino de compartirlos, buscando apoyo y ayuda cuando él solo no puede con algo, ya sea un enemigo, el entrenamiento de una vampiresa o sus dificultades para compartir las cargas que se ha decidido imponer a sí mismo como penitencia por errores del pasado.

Caballero Luna #4: Lista de Asesinatos

Caballero Luna #4: Lista de Asesinatos se disfruta insertado en la estupenda etapa en la que todas estas aventuras se están contando. La evolución del personaje desde el primer episodio es evidente, como también lo son las de sus ayudantes y compañeros, y ha llegado a ese punto en que los lectores sentimos que estamos reencontrándonos con un buen amigo cada vez que se publica un nuevo capítulo de esta saga. Saga a la que ya se le adivina un final en el horizonte, pero que ha derrochado tal calidad que podría seguir tranquilamente un par de años más y nadie se quejaría. MacKay está haciendo un trabajo sensacional con un personaje que, de alguna manera, se ha quedado con parte del terreno que ha dejado libre el Castigador, pero sin renunciar a unas grandes dosis de humanidad.