«¿Podría volverse más raro el día?«
Ahora comienzan a encajar las piezas de mi rompecabezas particular. No es que Marvel haya cancelado la colección de Guardianes de la Galaxia, es que le ha cambiado el título por el nada comercial Cuenta Atrás a Infinito (que me doy cuenta ahora de la paradoja que representa), manteniendo todo lo demás intacto. Veamos: ¿Guionista? sigue siendo Gerry Duggan. ¿Dibujante? Ahí sigue Aaron Kuder. ¿Protagonistas? Pues con la honrosa excepción de las apariciones puntuales de otros actores (como Adam Warlock y Ultron/Pym en este caso) por aquí siguen rondando Peter Quill y los suyos. Quizás sería más justo decir que estamos ante la saga de Cuenta Atrás a Infinito de la serie mensual de los Guardianes, pero me da en la nariz que la cercanía en el tiempo de la película de Marvel Studios ha pesado mucho en la decisión de mantener a este título como una colección aparte.
Y es que ya lo dijimos con la reseña anterior. Toda la trama sobre el Groot reducido ha conducido a una batalla que se libra en Telferina a lo largo de los dos primeros números de esta colección y con la que, como ya pudimos ver, hemos recuperado no ya al Groot de siempre, sino a una versión de vocabulario más amplio y ciertas tendencias violentas más propia de los primeros años de la historia del personaje en la editorial. Más aún, en esta entrega nos encontramos con el punto álgido de la batalla por la Gema de Xiatung y allí vemos como se continúan los arcos del pacifismo de Drax y, mucho más importante, de la Fraternidad de las Aves Rapaces (que se plantó casi sin hacer ruido en la colección de Duggan y que ha germinado justo a tiempo para este evento).
«No tengo intención de morir hoy«
Mas, como decía, ahí está Warlock para protagonizar las páginas finales del capítulo y, con ellas, darle un nuevo giro a la trama e introducir una nueva variable en el entramado que está preparando el guionista y que incide una vez más sobre el mensaje central de esta saga: las Guerras de Infinito vienen para convertirse en el gran crossover de la Marvel galáctica. Sí, la Tierra tendra su papel y ahí tenemos al menos dos de las Gemas danzando, pero ya hemos visto quiénes van a soportar el peso de la trama y, a no ser que haya sorpresas de última hora, no vemos entre ellos a un Iron Man, Capi América o Thor (aunque todo se andará y la Marvel de estos días no está muy por la labor de experimentar). Esto, si de verdad se confirma, sería una muy buena noticia para una parte del elenco de actores marvelitas que ha estado haciendo músculo desde 2012 y que se merece ya que los focos les hagan justicia.
Por otra parte, que Duggan siga a su rollo pese al cambio de título no puede ser mejor noticia. El sentido del humor que está presente en cada uno de estos números hace que los momentos tenebrosos resalten aún más y le da al arco un tono general algo más relajado que muchos de los últimos, donde ya nos habíamos acostumbrado a ver a los héroes con cara de estreñidos desde la primera viñeta… o desde la quinta, después de que uno de ellos fuera sorprendentemente asesinado por un villano intergaláctico retenido con hilo de coser. No sé cómo pintará el crossover que viene a cerrar este año, pero los números que le preceden están siendo el broche perfecto a una época divertidísima en la galaxia de la Casa de las Ideas.
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