Comenzaba esta colección con Stephen Extraño en un bar, rodeado de colegas regodeándose en sus últimas proezas sexuales con una diablesa de otra dimensión. Pronto era recriminado por uno de ellos: «Tarde o temprano habrás de pagar el precio«. Pues bien, ahora parece haber llegado el momento, cuando unos seres de tecnología pura de otra dimensión lleguen a la Tierra Primordial para erradicar la magia en todas y cada una de sus formas, tal y como han hecho en un millón de realidades antes que en ésta.
La primera saga de envergadura de Doctor Extraño se llevaba cociendo desde el primer número y se va a llevar por delante a gran parte de los personajes mágicos del universo Marvel, pero no os preocupéis, no vais a tener que compraros cómics de veinte colecciones distintas: Jason Aaron y Chris Bachalo han tenido a bien invitar a todos los magos y brujas del universo Marvel a esta serie para despojarlos de todo aquello que los hacía especiales, únicos, memorables.
«¿Quieres que suplique? Vale«
¿Qué ocurriría si de pronto desapareciera la magia? Cualquiera podría decir que nada de nada pero, ¿no es magia eso que hace que algunos días brillen especialmente? ¿No es algo mágico cómo te sientes cuando te mira ella? ¿No hay magia en algunos atardeceres? ¿Y en la forma en que se establece una conexión entre nosotros cuando me leéis? Aaron dibuja en nuestra mente la desaparición de la magia no sólo con la destrucción de unas estatuas flotantes en una isla perdida del Pacífico, sino con una lluvia de pájaros muertos, con una carrera loca hacia la muerte por parte de cientos de ballenas o con la desaparición de los sueños de un niño. Contra todo esto es con lo que va a tener que lidiar el protagonista de la colección, convirtiendo lo que parecía una colección descafeinada y simpática en una cosa mucho más seria y profunda. El primer arco de Doctor Extraño ataca directamente el corazón de todo lo que mueve el mundo más allá de la ciencia y lo que podemos explicar. No apunta precisamente bajo el guionista de Thor.
Aprovecha la ocasión también el guionista para seguir profundizando (aunque sea sólo un poco) en la nueva galería de magos que se ha inventado para este relato y para ofrecer una cara oculta de Wong que nadie conocía y que viene a tratar de explicar cómo ha llegado medianamente intacto Stephen hasta nuestros días. Su actual aventura en el Himalaya va a tener consecuencias, si no en esta misma historia, más adelante en el cómic. Y es que servir y proteger al Hechicero Supremo puede llevar asociados unos costes que muy poca gente se sienta atraída de pagar. ¿Qué ocurrirá cuando la desaparición de la magia llegue a esos remotos lugares repletos de secretos? Ya veremos.
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