Con Supernovas llega un cambio de guardia en La Patrulla-X que publica Panini Cómics en su línea Marvel Must-Have. Después de tres entregas dirigidas por Peter Milligan que nos dejaban con un regusto agridulce, otro inglés llegaba a la cabecera con ánimos de reivindicar a algunos de los miembros de la Patrulla-X y con ideas que hoy, 18 años después, aún siguen resonando en la franquicia.
«Sólo vinimos a recoger nuestras cosas«
Aprovechando el clima de incertidumbre y peligro constante que atenazaba la franquicia derivado del Día M, Mike Carey -al igual que Ed Brubaker La Imposible Patrulla-X– decidió apostar por exprimir las posibilidades que ofrecían los mutantes dejando en el banquillo a estandartes como Cíclope o Lobezno (quienes asumen aquí un rol secundario), para dar protagonismo a personajes tan volátiles como Mística o Lady Mente Maestra quienes, por el complejo contexto que ya conocemos, asumen el reto de enfundarse el uniforme X.
Carey presenta una formación en la que tan pronto encontramos a Dientes de Sable como a Bala de Cañón o Cable, una explosiva mezcla de héroes y villanos comandada por Pícara, quien acepta el encargo de Cíclope de liderar «una unidad de respuesta rápida (…) Sin responsabilidades académicas, sin obligaciones aquí (en la escuela)». Las directrices no se alejan mucho de la propuesta de X-Force, pero el que un equipo de estas características se forme bajo la propia cabecera de la Patrulla-X y no en una serie aparte implica tanto un reto como una oportunidad: la obligada relajación en las dosis de violencia (en X-Force apenas hacen falta excusas para que alguien apuñale o dispare al enemigo) implica explorar otros caminos. Una limitación peliaguda cuando buena parte del equipo son de gatillo fácil y que lleva a Carey a estrujarse el cerebro para ser más imaginativo.
Y en esas llega la primera gran amenaza de la nueva etapa en el arco argumental que da título al volumen: Supernovas. Dos (tres si contamos a Estrella del Norte, que ya se cuela en la portada del tomo) son los nombres propios de la aventura inaugural del escritor de Liverpool y de Chris Bachalo como dibujante principal: Pícara y los Hijos de la Cámara.
El primero no es solo la gran protagonista del arco, sino de todo el volumen, que bien podría haberte titulado «La hora Pícara» o algo similar. Mike Carey hace de la hija de Mística su personaje predilecto y usa estas primeras aventuras para forjar sus cualidades como gran líder mutante a la altura de clásicos como Tormenta o Cíclope. En cierto sentido es una heroína con bastante en común con Lobezno. A falta de diplomacia, es realmente expeditiva en su trabajo y cuando la estrategia falla, siempre cuenta con un as bajo la manga. Quizá el gran pero de este tratamiento inicial es que el guionista no se detiene a tratar la gran carga emocional por la que está pasando (con Gambito presa de las secuelas de Apocalipsis y con la traicionera Mística compartiendo techo con ella). La muestra excesivamente fría al respecto, apenas hay una o dos conversaciones al respecto y poco más. Quizá sea una coraza que se ira resquebrajando a medio plazo. O también que, dada la naturaleza del equipo que lidera, la apariencia de fortaleza lo es todo.
Sea como fuere, su elección como líder no solo permite vivir la experiencia mutante desde otra perspectiva, sino que como personaje tiene una pesada maleta que es toda una mina de potenciales historias y conflictos… como demuestra este mismo volumen en Infección primaria, segundo de los arcos aquí recogidos, y que tiene a un viejo conocido de la heroína como némesis. Uno que, además, volverá a dar que hablar en el futuro en esta misma colección.
En cuanto al segundo nombre propio, hablamos de los Hijos de la Cámara. Ni humanos, ni mutantes, son una rama evolutiva de la raza humana fruto de un experimento que buscaba acelerar la misma evolución humana miles de años en el futuro. Como podéis imaginar, se consideran a sí mismos los herederos de La Tierra, lo que implica acabar con las especies «inferiores». Creados para la ocasión, no solo suponen toda una prueba de fuego para bautizar y dar viabilidad a la nueva formación, sino que demuestran un potencial que les llevará a sobrevivir hasta la etapa krakoana y servir para una de las mejores y más emotivas aventuras de la misma, protagonizada por Sincro y X-23.
No podemos obviar tampoco a personajes como Mística u Hombre de Hielo, quienes inician una dinámica tan sorprendente como sugerente, más viniendo ambos de sus propias telenovelas: ella con Gambito y su hija, y él en un triángulo con Kaos y Polaris. Mike Carey propone un arranque de etapa que promete amenazas y culebrones de alto voltaje.
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