Si tenéis reservas sobre lo que puede ofrecer Dan Slott como «showrunner» de la nueva etapa de Los 4 Fantásticos, agarrad este Marvel Saga del Asombroso Spiderman publicado por Panini Cómics y despejad todas vuestras dudas.

 

Este nuevo volumen parte narrando las consecuencias emocionales de A lo grande, en donde vivimos la terrible pérdida de Marla Jameson. Esta muerte supone (y supondrá) un punto de inflexión en la carrera de Peter como vigilante que le llevará a hacerse la promesa de que mientras él esté presente, nadie morirá. Esta filosofía de vida superheroica será puesta a prueba muy pronto, para disfrute Dan Slott.

 

Al guionista le encanta ponerse retos, y si estos complican aún más la caótica vida de Peter Parker, mejor que mejor. Y en estas se encuentra, porque la promesa de Spiderman coincide con la promesa opuesta de Jonah, alcalde de Nueva York. Bajo su mandato usará todos los medios a su alcance para acabar con los supervillanos que atacan la ciudad. Ambos se enfrentan a la muerte de Marla de forma muy personal, aunque sus métodos y objetivos no pueden ser más opuestos. Esta confrontación de planteamientos respecto a la lucha contra el crimen también supone un punto de inflexión en cuanto a la relación futura entre ambos personajes. Como decíamos en A lo grande, Dan Slott no da puntada sin hilo y las semillitas que va plantando tened seguro que germinarán de una u otra forma.

 

Y si el palo por el fallecimiento de Marla no fuera suficiente, Peter carga en esta aventura con el fallecimiento de otro personaje, uno muy querido por el personaje y por el público. Un trágico suceso que le llevará nada menos que a la Fundación Futuro. Los 4 Fantásticos, con Spiderman como integrante de pleno derecho, cambian su nombre pero no el objetivo de su misión: explorar el cosmos y sus infinitas posibilidades. Para un personaje que está disfrutando como nunca en una empresa como Horizon Labs, trabajar mano a mano con Reed Richards y compartir aventuras con Sue Storm, Ben Grimm y compañía, es casi como tocar el cielo. Como también lo es para Dan Slott.

 

El autor aprovecha la oportunidad que le brinda Jonathan Hickman (por aquel entonces era el arquitecto de las aventuras de la Primera Familia y el responsable de la adhesión de Spiderman al grupo) para explotar lo mejor de ambos mundos: el espirítu aventurero y la plasticidad de los 4F, donde cualquier cosa es posible, y el humor y la galería de villanos del trepamuros, de tal forma que nos ofrece interesantes choques entre intelectos como el de Otto Octavius y Mr. Fantástico.

 

Slott demuestra sentirse como un niño con juguetes nuevos y nos hace partícipes de su entusiasmo. No hay duda de que la planta noble de Marvel tomó nota de su buen hacer de cara al futuro (ahí están su celebérrima etapa en Estela Plateada o sus novísimos 4 Fantásticos).