Panini Cómics nos trae la cuarta y última entrega de El fin de universo Spiderman, que no de la serie guionizada por Dan Slott. Spiderman irá más allá de la saga que le ha servido de presentación y la estadía de Slott (y Mark Bagley) el en entorno arácnido se alargará en el tiempo para disfrute de los fans.
«¿Eso pasó después de mi ‘puñalada mágica’?»
Ocurría muy a menudo durante su larga etapa al frente de la serie principal del universo arácnido (El Asombroso Spiderman) y ha vuelto a ocurrir en estas páginas. Algo relativamente sorpresivo por tratarse de una serie satélite y no de la colección de referencia. Pero hablamos de Dan Slott, institución en Marvel Comics y en todo lo referente al trepamuros. ¿Qué ha ocurrido? Siempre (casi) que había algún evento arácnido, el guionista se las ingeniaba para que finalizara con algún cambio sustancial cuyas consecuencias se hicieran notar durante mucho tiempo. Ciñéndonos a los últimos años, ahí están convulsos episodios como el cambio de Peter Parker por Otto Octavius o el retorno del infausto Ben Reilly, creaciones tan refrescantes como Seda, o conceptos como el que nos ocupan, el Universo Spiderman, cuyas bases sentó en 2014.
No es cuestión de revelar nada, pero sí conviene señalar que El fin de universo Spiderman trae consigo un potencial cambio de paradigma semejante a algunos de los citados. Es decir, si a estas alturas no habéis prestado atención a esta cabecera por su apariencia de «serie secundaria», posiblemente (el tiempo lo dirá) andéis terriblemente equivocados.
Bien es cierto que esta recta final de la saga haya sido menos emocionante de lo esperado y que Shathra haya resultado ser más ladradora que mordedora, pero no es menos cierto que pocos autores como Slott para mover los hilos del spiderverso (sirva de ejemplo el prescindible Universo Spiderman: Spider-Cero para comprobar cómo echa de menos la franquicia a su guionista de referencia). Tanto, que más allá de suponer un extenso catálogo de cientos de versiones arácnidas (no dudamos que Bagley se lo ha pasado pipa y ha tenido pesadillas a partes iguales con el enorme trabajo que ha tenido que sacar adelante), ha servido para profundizar -mucho- en la mitología arácnida recolocando a personajes como Morlum o Cindy Moon.
En el debe, sin embargo, quedan enterrados nuestros deseos de explorar las posibilidades que ofrecía el desenlace del número anterior con un Peter convertido en el «servicio técnico» de Cindy, pero sin poderes arácnidos y con Ben y May viviendo felices. Quizás abordar en profundidad las preguntas que suscitaba esta realidad habrían sido más tortuosas que otra cosa para su autor porque -al menos en apariencia- todos salían ganando con Seda convertida en la araña principal de Tierra Primordial (o Tierra-616).
Sea como fuere, El fin de universo Spiderman refrenda el valor de Dan Slott como guionista arácnido y pone en valor su propia cabecera, Spiderman, que es mucho más que una colección satélite de El Asombroso Spiderman. Y si todavía alguien se lo está preguntando… no, no es el final del universo Spiderman. Todo lo contrario. Es un nuevo comienzo.
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