En los últimos coletazos de la Marvel Now! antes de que Legacy marque el nuevo rumbo se le están viendo a la Casa de las Ideas todas las costuras. Hablábamos el otro día (con motivo de la Increíble Patrulla-X) del baile de dibujantes como uno de los síntomas de que algo iba mal en la editorial, otro de los signos es, sin duda alguna, la eterna urgencia por contar muchas cosas entre crossover y crossover, sin dejar que los personajes crezcan y se desarrollen. Este ha sido uno de los principales males a los que se ha enfrentado Riri Williams desde que decidiera enfundarse la armadura de Iron Man y el cómic que nos ocupa hoy es un buen ejemplo de ello.
En el anterior número, movida por el calor de la batalla, Riri vencía y derrocaba a Lucia von Bardas, la autoproclamada dirigente de Latveria en ausencia de Muerte. En Invencible Iron Man #85 avanzamos unas pocas horas hacia el futuro para ver cómo Ironheart se ha hecho con el control del país, para sorpresa y espanto de Sharon Carter y del resto de S.H.I.E.L.D. El cómic en sí es mitad comedia de la buena, mitad filosofía y política sobre el mundo actual y nuestros problemas para comunicarnos en la que teóricamente es la Era de las Comunicaciones. Pero adolece de una prisa que no le hace ningún bien ni a la serie ni al personaje que la protagoniza.
«Creo que necesito un abogado«
Es un poco como os iba contando con motivo del número anterior de la colección. Si a Riri vencer a von Bardas le hubiera supuesto un gran sacrificio personal, si eso la hubiera obligado a madurar y evolucionar, no estaríamos diciendo que esta serie no tiene enemigos de enjundia. Lo mismo ocurre ahora, a nuestra protagonista le da tiempo para irse a cenar a casa después de haber derrocado a un gobierno soberano, si tiempo en el poder se reduce a las tres cuartas partes de esta grapa y los lectores nos quedamos con las ganas de ver desarrollada una trama en la que una chica afroamericana de quince años gobierna un país recóndito de Europa. Hay mucha chicha ahí donde hincar el diente y, sin embargo, pasamos de puntillas sobre este asunto para poder lanzar a Riri contra su próxima aventura.
Esto también lo podemos ver en las portadas. La de este número anuncia la tan esperada batalla entre Riri y la inteligencia artificial creada por Tony Stark para entrenarla y tutorizarla. Sin embargo, lo que nos encontramos dentro de la entrega de diciembre es lo anteriormente descrito. La editorial presiona para que Riri esté ya en un determinado punto, pero la historia no puede comprimirse aún más, por lo que aparecen incongruencias como esta. No me extrañaría que circunstancias como esta hayan sido determinantes en la salida de Bendis de Marvel. Riri es un personaje espectacular que tiene un potencial enorme, pero que Marvel está desaprovechando por culpa de unas estrategias comerciales que no tienen en cuenta ni al lector ni al guionista.
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