Los Vengadores #43 (#144)

Los Vengadores #43 (#144): Pasan cosas

Los Vengadores #43 (#144)«No tenía nombre excepto en las oraciones de los reverentes y las maldiciones de los condenados«

 

¡La madre que te trajo Aaron! ¡La madre que te trajo!

 

¿Queréis engancharos a una serie en la que, mes a mes, os inunden a base de interesantes promesas vacías? ¿Queréis leer una cabecera que se entretenga en una eterna infinitud de NADA? Pues dejad de buscar. Los Vengadores de Jason Aaron llevan cuarenta y tres entregas en España (¡tres años y medio!) ofreciendo todo esto y menos. Pocas veces se ha visto en la Casa de las Ideas a una serie agonizar durante tanto tiempo como para que comience a parecerse a la época dorada del papado de Juan Pablo II (sí, esa en la que parecía un ‘moñeco’ movido con hilos de nailon). Ya nos debíamos haber olido algo habidas cuentas de que está al caer el evento (¿crossover?, ¿qué crossover?) de VXE: El Día del Juicio y que, con ese panorama poco o nada se puede desarrollar la trama que quiere mover el bueno de Jason (le tocará comenzar con ella allá por marzo en nuestro país y ello supondrá, ahora sí, su salida de la serie). Pero lo cierto es que agarrar un cómic de Panini de los de cinco lereles y encontrarse con dos historias que dan para tomito de What if… Pues como que da un poquito de rabia.

 

Y es que la grapa de este mes se centra en la primera de las dos series que escribe el guionista para continuar con la estructura que ya nos dejó ver en ese número anterior que nos llevaba de la mano a la II Guerra Mundial en una isla olvidada de la mano de Dios. En esta ocasión tenemos dos saltos espacio-temporales para los Héroes Más Poderosos de la Tierra: el primero de ellos les llevará al Japón en el que los samuráis veían acabada su era y se convertían en ronins mientras que el segundo, en un ejercicio de originalidad, nos vuelve a ofrecer una reinterpretación más del salvaje Oeste norteamericano.

 

«Ha matado a más hombres que las plagas de Egipto«

 

Al igual que me ocurriera con la historia del mes pasado, lo cierto es que la historia del Ronin Fantasma (o el Samurái de la Venganza) mola bastante y se puede incluso entender como una manera de acercar a los diferentes personajes que se han puesto ahora a compartir aventuras en las filas de los Vengadores (lo de que Namor sea uno de ellos simplemente me mata, tal y como comenzó esta serie), pero uno siempre tiene la sensación de que el guionista se está limitando a volar en círculos sobre la historia que de verdad quiere contar. Y esto hace que seas muy difícil de disfrutar de esta aventurilla, por más que el personaje que se nos presente sea muy molón.

 

Los Vengadores #43 (#144)

Los Vengadores #43 (#144)

 

Peor llevo la trama de la segunda mitad de esta entrega. La historia del Fénix y la Marca Estelar del Oeste sencillamente me sobrepasa en aburrimiento y vacuidad. Es material de relleno digno de un especial para regalar en las librerías con la compra de cualquier otra cosa, pero no es un capítulo que uno se espera leer en la cabecera que reúne a los, repito, Héroes más Poderosos de la Tierra. Es tan agotador e innecesario que siento como lo voy olvidando conforme pasan los minutos desde su lectura y esto me aterra aún más al darme cuenta de que el vamos a seguir teniendo más y más relleno hasta que llegue la primavera a nuestro país. Yo aguantaré, porque soy así de masoca, pero no quiero ni saber la cantidad de gente que se ha ido cayendo de la colección desde 2018.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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