Tras recorrer las tiendas de Otromundo toca volver al nuestro, pero de momento seguimos sin relajarnos en las playas krakoanas, pues nos lanzamos a la mar con Merodeadores, la serie capitaneada por Emma Frost y Kitty (perdón, Kate) Pryde, por más que le pese a Sebastian Shaw. A Gerry Duggan solo le han bastado dos números (tres si tenemos en cuenta que el número #2 de Panini es una entrega doble) para enamorarnos y presentarse como una alternativa de gran nivel a las series de Jonathan Hickman.
«Los mutantes estáis tarados. ¡Locos de atar!«
En esta segunda entrega el misterio en torno a la imposibilidad de Kitty de usar los portales de Krakoa queda aparcado. Lo que toca es descubrir qué es lo que traman los reyes que gobiernan la Sociedad Mercantil Fuego Infernal. Mientras Kate y los suyos surcan los mares controlando el mercado de fármacos krakoanos y rescatan a mutantes por todo el mundo, Shaw y Frost mantienen una encarnizada, pero taimada batalla por el control de todo. El concepto de juego de tronos le sienta como un guante a este cuaderno. Tanto la Reina Blanca como el Rey Negro hacen sus movimientos para conseguir una posición preeminente sobre el otro, obteniendo así, el gran premio, un mayor poder en el Consejo Silencioso.
Resulta muy emocionante ver como Duggan ha logrado devolver a Emma a un puesto de relevancia dentro del cosmos mutante, después de haber pasado demasiado tiempo dando tumbos y desdibujándose entre tramas de calidad dudosa y autores que no sabían cómo tratarla, arrastrada por la caída en desgracia de Cíclope. El escritor neoyorkino se sitúa junto a plumas de la talla de Joss Whedon y Grant Morrison, quizás los dos guionistas que mejor han sabido entender a la telépata de piel de diamante hasta ahora.
Y al igual que Whedon, Duggan muestra un tremendo interés por Kitty Pryde, que está transitando por un terreno desconocido y sacando una fortaleza y un carisma que también hacía tiempo que llevábamos sin ver. Las tramas son divertidas y muy interesantes, pero hasta el momento, donde realmente el guionista está sacando músculo es en trabajo con sus personajes. La química entre nuestros piratas es una gozada (Piros se revela como uno de los grandes descubrimientos de la serie) y la guerra fría entre Frost y Shaw promete regalarnos también grandes momentos.
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