«Por eso te haces tatuajes. Para recordar«

De vez en cuando todos los que estamos gozándolo con Lobezno, con X-Force, con el Motorista Fantasma o con todas a la vez deberíamos darle las gracias a la Casa de las Ideas por apostar fuerte por Benjamin Percy. Porque vale, es cierto que le cogí mucho aprecio cuando le vi a cargo de la estupendísima etapa de Green Arrow que firmó para la Distinguida Competencia (máxime cuando venía de aplaudir al viento con la fabulosa etapa de Jeff Lemire en la misma colección). Pero es que igual que Marvel supo coger a Lemire y ponerle al frente de un Viejo Logan para el recuerdo, ahora le ha dado a Percy las llaves de algunas de las franquicias más cañeras y el tío no sólo se está divirtiendo, sino que nos está haciendo pasar momentos fabulosos en cada una de las series que firma.

Motorista Fantasma puede ser, sin mucho margen de error, de lo mejor que está trayendo a España Panini de la Marvel actual. Es una cabecera libre de ataduras (su cruce con Lobezno es más testimonial que otra cosa y obedece a la presencia de Percy en ambas colecciones) que, además, no le tiene miedo a explorar, experimentar y ampliar la mitología en torno al personaje que maneja. Me recuerda en este sentido a las sensaciones que emanaba la serie del Inmortal Hulk de Al Ewing cuando comenzó a dar sus primeros pasos y conquistó nuestros corazones. Palabras mayores cuando comparo a esta colección con una de las que más fuerte han pegado de los últimos años y a un personaje tan de nicho como el Motorista Fantasma con un peso pesado (mal chiste) como lo puede ser el goliat esmeralda.

«¡Traigamos a este país una noche tan negra como el asfalto de una carretera a medianoche!«

Motorista Fantasma #5 (#11) es un canto a los cincuenta años de vida del personaje (que se dice pronto). Ya sólo la fantabulosa portada de Björn Barends (necesito hacer algo con esa imagen: una camiseta, una estampita… algo) me basta para adorar este número, pero es que dentro tenemos un repaso a la historia de los distintos Ghost Rider (y lo pongo en inglés porque aquí la palabra clave es ‘rider‘) que sale directamente de la piel de Johnny Blaze al pasar por las manos de Necro, el Tatuador, en un intento de conocer todo lo que el Espíritu de la Venganza ha sido, es y será a lo largo de los tiempos y, a través de ello, llegar a conocerse un poco mejor y tratar de recuperar el tiempo que siente que ha perdido de la memoria.

Motorista Fantasma #6 (#12)

Como no podía ser de otra forma con un número especial como es el anterior, poco del mismo vemos a continuación y así, en Motorista Fantasma #6 (#12), proseguimos con el viaje a ninguna parte de Blaze y somos testigos de como la ‘cirujía’ de urgencia que le practicó Lobezno se materializa en algo más escabroso y siniestro. Y ahí vuelvo con lo que os contaba al principio. Percy está jugando con un relato de terror en la carretera que le pega muchísimo al personaje y que nos acerca de alguna manera a la manera en que Ewing experimentó con los diferentes estilos del terror con su monstruo predilecto. Ojalá dure mucho la relación de este guionista con el Motorista Fantasma, porque los lectores tenemos mucho que ganar con la puesta en escena de las escabrosas aventuras que le salen de la cabeza a uno de los guionistas de moda dentro de la Casa de las Ideas.