«No puede haber zonas grises ni indecisión«
Estábamos hoy hablando a la hora de comer (entiéndase que me refiero al momento en que escribo este artículo) de que, en el lugar donde resido, las tormentas suelen poder predecirse por una acumulación de elementos (calor, una suerte de electricidad en el ambiente, la misma presión…) que resultan perceptibles en su salvaje brutalidad. Lo mismo puede decirse de Destino de X: la nueva etapa de los mutantes post-Hickman que nos trae Panini comienza por acumular a todos los enemigos de la nación mutante de Krakoa (y a los de Arakko también, por qué no) en un único número para dejarnos claro que a los hombres y mujeres X se les van a comenzar a venir encima los problemas por multitud de frentes a la vez (un poco como lo que esperábamos para los Vengadores de Jason Aaron, pero bien hecho). Orchis va a atacar a los mutantes física y espiritualmente, económica y políticamente, en una estrategia que se nos define como dura y blanda que busca acabar con la reciente aceptación de Krakoa por parte del resto de la humanidad.
Cualquiera diría que un bando tan obcecado en derrotar a sus enemigos que es capaz de liberar a un delincuente y asesino a la vez que aniquila a sus guardianes pierde gran parte de su autoridad moral, pero seguramente las gentes de Orchis argumentarían que los guardias a los que Nimrod liquida son bajas necesarias en un contexto de guerra abierta contra los portadores del gen X… Sólo les faltan las gorritas con el lema de ‘Make humankind great again‘. Frente a los mutantes vuelven a situarse los supremacistas, sólo que en esta ocasión se han organizado tanto y de forma tan compleja como los propios mutantes y su ataque sobre los pertenecientes a los homo superior va a ser implacable.
«Quiero ver lo lejos que puedo llegar«
Y eso sin contar con que la Patrulla-X, X-Force y los demás grupos mutis seguirán teniendo que hacer frente a la ‘amenaza rusa’ de Mikhail Rasputin, a la sed de venganza de Moira MacTaggert y a cada nueva amenaza que les pase por la cabeza a los diferentes autores involucrados en esta etapa. Patrulla-X #9 (#128) es, como seguramente ya habréis sospechado, un cómic que sirve de introducción a este Destino de X y que nos invita a volver a ponernos el casco y la armadura para evitar que nos pille el fuego cruzado. Se acabaron los días felices para los mutantes del Sistema Solar y vuelve a cernirse sobre ellos no ya la lucha por la supervivencia (aunque ya veremos), sino su misma unidad y la visión que han desarrollado sobre ellos el resto de los humanos, beneficiados durante los últimos años por los avances médicos que ha traído al mundo la sociedad krakoana.
Me da cierta pena, porque primero siempre quise ver por una vez a los mutantes en el bando ganador y, cuando esto sucedió, he querido ver cómo era el mundo en el que estos se desarrollaban y cuánto tiempo podría durar esta utopía. el fin de estos años felices parece estar cada vez más próximo y aún tendremos que dar las gracias por haber disfrutado de una trama de más de tres años en la que el statu quo de los mutantes se ha mantenido en un escenario hasta la fecha desconocido. Sin embargo, muchas veces es el conflicto lo que vende y a la Patrulla-X puede que le hiciera falta uno bien gordo para poder sacar a relucir su carisma y nuestra empatía hacia ellos.
Se avecina tormenta en la isla. Va siendo hora de sacar los paraguas.
Deja un comentario: