«Me había perdido tanto. Había tanto que compartir«

Primer Anual de Patrulla-X Roja. A los cinco meses de comenzar su andadura y con la incógnita de si el título (e incluso la historia) sobrevivirán a eXterminio. No es mala la serie de Tom Taylor, pero es mal momento para ser una serie en la convulsa Marvel Comics de hoy en día. Por si acaso, la editorial ya nos planta a Jean Grey (recordemos, líder y alma de este equipo y sin intención de participar en otras iniciativas) dentro del equipo del renacido Charles Xavier en la entrega de noviembre de Increíble Patrulla-X. Porque las ideas en la Casa de las Ídem envejecen en cuestión de semanas bajo la nueva dirección y lo que antes se escribía en piedra ahora lo hace en papel de fumar, que, como quien no quiere la cosa, rápidamente se lleva el viento en cuanto se vuelve a ver al barco hacer aguas y se idea otro plan loco para evitar el hundimiento.

Taylor, en fin, hace lo que le mandan y nos ofrece un número muy interesante en el que se exploran los momentos posteriores a la resurrección de Jean Grey y anteriores al nacimiento de esta serie. Tenemos, pues, una entrega en la que somos testigos de varios reencuentros muy importantes para el personaje y de algunas conversaciones largo tiempo postergadas debido a la muerte de la psíquica mutante. El autor aprovecha la oportunidad que le brinda el aparcar la trama principal para arreglar unos cuantos asuntos pendientes de su protagonista (para que, por ejemplo, pueda irse de despedida de soltera con Kitty sin convertirse en el centro de atención) y solucionar las cosas finalmente entre mutantes e inhumanos antes de que Marvel decida guillotinar (por desgracia para todos nosotros) a estos últimos definitivamente.

«Pensé en compartir mi dolor y mi pérdida contigo«

El guionista nos plantea tres visitas. La primera nos reúne a Jean con Rachel Grey, su hija de otra dimensión con Cíclope. Éste era un reencuentro obligado en el que la primera busca crear vínculos en el presente con personas muy ligadas a sus amores del pasado. Le sigue, X-23 por los mismos motivos. Y es que Laura es lo más parecido a una hija que el-no-tan-muerto Lobezno ha tenido y este contacto y los términos en los que se produce serán el germen de la posterior incorporación de la mutante regenerativa al equipo de Jean. No es tan amistosa, sin embargo, la última de las visitas, que se produce en Nueva Attilan y tiene a Rayo Negro como protagonista. Recordemos que (a ojos de todos por obra y gracia de Emma Frost) fue el gobernante inhumano el que acabó con la vida del amor de la vida de Jean durante los sucesos de Muerte de X. Este encuentro tiene algo de terapéutico y da la sensación, como decía antes, de cerrar un círculo antes de que sea demasiado tarde.

Patrulla-X Roja #5

Lo dicho. Por el momento la serie sigue y la historia, con el formidable enemigo que Jean se ha buscado entre las sombras, continúa a partir del mes que viene. De hecho, Taylor tiene la inteligencia de utilizar esta mirada al pasado reciente para seguir plantando semillas de futuros conflictos en el equipo que la psíquica más poderosa del planeta se ha buscado. En la parte gráfica de esta entrega hemos tenido a Pascal Alixe y éste nos regala un número visualmente muy bonito que ahonda en la sensación de estar recordando más que viendo sucesos del presente y que contiene algunas imágenes fabulosas, como la que precede a estas líneas o una de las que cierra la trama con Rayo Negro y Jean Grey superpuestos (haciendo ver así la comunión entre sus mentes). No sabemos qué le deparará la locura actual marvelita a la Patrulla-X Roja, pero por el momento Taylor está haciendo un gran trabajo con los personajes que le han sido dados.