«Cuando estáis totalmente condenados sois unos seres de lo más interesantes«

Último número del Día del Juicio, la saga que ha venido a dejar a mutantes y Vengadores casi como estaban (lo bueno de que nunca se nos haya dicho cuánta gente había en Arakko es que nunca sabremos si murió un gran porcentaje o no) y que, sin embargo, se ha convertido en un motor de cambio para los Eternos, tal y como estaba planeado, aunque ello haga pensar a los lectores que al final lo del Celestial juzgador no era para tanto. Esto no es ninguna tontería. Vale que todo el evento estuviera diseñado para el bien y la historia de los Eternos, pero cuando pasan cosas tan gordas como las que han ocurrido… ¿en serio me cuentas que los Vengadores se marchan a vivir en su Celestial muerto como si nada? ¿Y los mutantes apañan lo de sus técnicas de resurrección con un parche mínimo para aplacar a las masas? No me parece la mejor manera de cerrar el evento, sinceramente.

Y mira que, sin embargo, sí que me gusta cómo se desarrolla este número. La batalla de Eternos, Vengadores y mutantes contra el Progenitor es una lucha desesperada desde el primer momento. Son hormigas tratando de derribar un titán que, además, se ha propuesto exterminarlas a todas y cada nuevo plan, cada nuevo fracaso y cada nuevo avance del Progenitor lo siente cada lector como si fuera propio. Así, cuando llegamos a la resolución, la victoria, si puede llamarse así, también es sentida como nuestra y, sobre todo, el mensaje que Kieron Gillen deja caer en las últimas páginas de su crossover se percibe como una bofetada de realidad dentro de un cómic con gente capaz de labnzar rayos por los ojos o de clonarse un número indeterminado de veces.

«¿Qué escribes cuando conoces a poetas-destructoras del tamaño de rascacielos?«

Porque la frase que cierra este cómic (antes de llegar a su epílogo) es tan cierta que duele: ‘Cada día es el Día del Juicio‘. Tenemos una guerra a las puertas de Europa en la que los contendientes tontean con el arsenal nuclear, tenemos a Israel sacando tanques a sus calles para acallar los cohetes lanzados por la nación que llevan décadas tratando de aplastar bajo su bota, tenemos la próxima gran pandemia esperando agazapada a la vuelta de la esquina, el clima descontrolado, incendios, inundaciones, plagas… El mundo, el planeta Tierra, nos manda un mensaje constante de que algo anda terriblemente mal y que debemos ponerle solución pronto, antes de que todo se vaya al garete, pero nosotros parecemos empeñados en llevar las cosas hasta el límite, sin darnos cuenta de que, efectivamente, cada día puede ser el Día del Juicio y cada nueva vuelta de tuerca puede ser la última y la definitiva.

V. X. E.: El Día del Juicio #4

Se tomarán un pequeño descanso a partir de ahora los Eternos mientras Marvel y Gillen deciden qué hacer con ellos en una segunda temporada de la serie. Las cosas han cambiado bastante para ellos, con un nuevo Eterno Supremo, con el regreso de Zorro Estelar, con la desaparición de Sersi, la penitencia de Ikaris y el ascenso de Ajak… Así que ya veremos qué nos trae Panini a la vuelta de estas vacaciones para este apartado del universo Marvel. Los Vengadores, por su parte, bastante vana  tener con lo de los millones de Mefistos que se les vienen encima, cualquier cambio en el statu quo de esa serie iba a ser muy difícil de encajar en su continuidad. En cuanto a los mutantes… Hay cosas, como lo ocurrido con Magneto, que aún deben de tratarse, otras, como el pacto por Urano, que traerán cola a largo plazo y algunas, como la tontería de la resurrección para el 5%, que olvidaremos en breve. Una saga notable, con un final quizás un tanto mejorable.