Desde la serie que realizaran Chris Samnee y Mark Waid en 2016, Viuda Negra no contaba con cabecera regular. Marvel había tanteado el terreno con algunas miniseries y el personaje había seguido teniendo una presencia destacada en colecciones como Vengadores, pero no ha sido hasta este 2021 (2020 en la edición original), que la súper espía marvelita vuelve a gozar del escaparate de su propia serie. Lo hace, además, de la mano de una de las escritoras más interesantes con las que cuenta la editorial: Kelly Thompson.
«El plan A siempre fue un absurdo«
A Thompson la conocemos de sus trabajos en series tan dispares como Ojo de Halcón, Masacre o Capitana Marvel, las dos últimas en publicación actual, con lo que la guionista suma tres cabeceras en curso. Una muestra de la confianza que ha depositado en ella la planta noble de Marvel.
Lazos que unen, arco con el que arranca la serie, sirve de punto de entrada perfecto para conocer a Natasha Romanoff (o Natalia Romanova, como prefiráis). Poco importa lo que haya sucedido en los últimos tiempos (su muerte y resurrección y esas cosas). Thompson se cuida de no poner trabas a los recién llegados, planteando la serie como un lienzo en blanco, abierto a ideas y tramas nuevas con las que explorar nuevas facetas de su protagonista. Y si a Carol Danvers le dio una hermana y convirtió en rey a Wade Wilson, podéis apostar lo que queráis que con Natasha no va a ser menos.
En esta iteración de Viuda Negra Thompson suaviza mucho el humor con el que suele afrontar algunos de sus trabajos, pero tampoco se deja arrastrar por la dinámica de thriller de espionaje que suele socorrer las aventuras de Romanova. La guionista opta por una vía intermedia, de tal forma que tanto el estilo como el tono son reconocibles (es un relato de Kelly Thomson y es un relato de Viuda Negra), pero afronta terrenos inexplorados por la protagonista… que no para el gran público. El cine ha dado no pocas historias con las que podemos emparentar el argumento de Lazos que unen , ahí está el ejemplo de Memoria letal, con una amnésica Geena Davis que antes de ama de casa era una expeditiva agente de la CIA. Pero el registro le sienta muy bien a nuestra heroína, que (nos) descubre verdades sobre sí misma que le harían mucho bien si Thompson consigue que se asienten y perduren más allá de su ectual etapa.
Panini Cómics publica esta nueva andadura de la espía en tomos en rústica (en el formato que heredero de la línea 100% Marvel), recopilando los cinco primeros números de la colección, que equivalen al primer arco argumental de la misma.
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