«Limpiad, contened y evacuad la zona«

Sé que está mal desearlo y, de hecho, no deseo ninguna clase de guerra. Nunca. Bajo ningún concepto. Pero lo que está pasando en la Tierra marvelita con los mutantes y las naciones que tratan de seguirles el paso me hace casi desear que en nuestro mundo las guerras fueran así, de una nación utilizando tecnología floral para inundar el mercado de fármacos y otra usando la ‘telefloriónica’ para integrar las plantas en nuestro día a día y en el paisaje urbano. Y las dos peleando entre sí por medio de ataques y contraataques vegetales que, aunque se causan daño mutuamente, tienen como consecuencia también la propagación del verde sobre la faz de la Tierra. ¿Os lo imagináis? ¿Una guerra que inunda el campo de flores en lugar de arrasar todo ante su paso? Me hace gracia pensar en una realidad así, con la típica mezquindad del ser humano mezclada con un cuidado real del medio ambiente. Es decir, que seguimos destruyéndonos los unos a los otros, pero sin acabar con nuestro planeta por el camino.

La liberación de Tierra Verde (o más bien su anterior captura) ha tenido como consecuencia sobre los mutantes de Krakoa la aparición de un nuevo contendiente sobre el terreno de juego, uno que ya existía antes del paréntesis que introdujo Bestia en el país soberano, pero que ahora opta por una estrategia mucho más agresiva a la hora de competir con los mutantes. Se comienzan a adivinar múltiples crisis en el panorama mutante (¿quizás la combinación de ellas nos conduzca a Inferno?) y una de ellas es la paulatina pérdida de poder a nivel internacional de la nación mutante. Cada vez menos países reconocen su soberanía y cada vez menos tratan de comerciar con los homo superior, lo quie viene a dejar a nuestros protagonistas bastante solos en el tablero de juego de la geopolítica.

«Te dije que no iba a ser fácil«

Centrándonos en el número de X-Force que nos ocupa hoy, aunque hay unas cuantas menciones a lo que he estado comentando más arriba, nos encontramos con que Benjamin Percy recupera al personaje del Hombre-Cosa (o una de sus versiones recreadas recientemente en una serie [Arma Plus: IV Guerra Mundial] que lamentablemente no ha pasado por nuestras manos) para que elija bando en esta guerra vegetal. El uso de este personaje, que también ha hecho acto de presencia en Los Vengadores de Jason Aaron como compañero de Blade, inevitablemente recuerda a sus semejanzas con el personaje de DC (la Cosa del Pantano) que nació apenas mes y pico después que él (ambos datan de 1971), pero que, a mí entender, ha alcanzado mayores cotas de popularidad. Marvel podría estar ahora, con motivo de esta nueva realidad en su cosmos mutante, tratando de reivindicar a la creación de Stan Lee, Roy Thomas, Gerry Conway y Gray Morrow, pero si es así aún me falta una historia de interés para que pueda verle futuro en la actualidad de la Casa de las Ideas.

X-Force #16: Reinado de X

Por lo demás, el número de este mes pinta a cruce entre historia de transición y trama introductoria para un tema más interesante para la CIA mutante. A la vez que los hombres y mujeres X van haciendo enemigos aquí y allá con su actual política expansionista, algunos aliados inesperados van apareciendo por el camino. La verdad es que no sé qué ocurrirá con los homo superior al final de la deslumbrante etapa de Jonathan Hickman, pero cualquier cosa que suponga devolver a estos personajes a la situación precaria que tenían antes de esta explosión me parecería un fracaso editorial en toda regla.