Repasando lo escrito a propósito del tercer volumen de la serie no nos queda otra que desdecirnos, pues aquel Infierno o Hyrkania no fue el final de la serie, sino del viaje que llevó a Red Sonja desde su tiempo al nuestro. Aunque también es cierto que el desenlace de dicho volumen dejaba pocos flecos abiertos. Sea como fuere, Planeta Cómic nos ha traído los dos siguientes y últimos (esta vez sí) tomos de la Red Sonja escrita por Amy Chu, con la estrechísima colaboración de Carlos Gómez como dibujante titular.
«¡Te advierto que no estoy de humor!«
Ambos tomos, La espada de Skath y El final del camino, suponen una suerte de largo epílogo de la saga A mundos de distancia. Más el cuarto tomo que el quinto, pues este último se compone -en su mayor parte- de relatos cortos de la aguerrida aventurera fácilmente trasladables a cualquier otro contexto o etapa del personaje. Así, La espada de Skath hace un brevísimo repaso por los hitos vividos por la guerrera en los tomos anteriores (desde viajar al futuro hasta su odisea en el infierno) y pone su atención en la espada que la hubo acompañado en parte de estas aventuras. Habiendo pertenecido a afamado cimmerio (pronto se desvanecen las similitudes de este con Conan), Red Sonja decide ir en su busca para devolverle el arma. Sobre esta premisa se desarrolla todo el tomo y parte del quinto, El final del camino.
La heroína recupera aquí definitivamente su look más clásico y sexualizado con sus botas de media caña y su bikini metálico, siendo esto lo más destacado de una etapa que ya da visibles signos de agotamiento. La historia resulta muy entretenida, Chu y Erik Burnham (que hace de co-argumentista y guionista) trazan un relato ameno, pero que no pasa de la anécdota. La guerrera hyrkania no se encuentra nunca en verdadero peligro y lucha movida solo por su sentido del honor. Pero más allá de la curiosidad de adaptar al contexto de la Era Hiboria los abusos de la gentrificación y el turismo actual, este final de ciclo de Red Sonja no destaca especialmente. Se echa en falta, además, algo de material extra (queja extensible a toda la colección) más allá del puñado de portadas aparecidas al final de cada volumen.
Quizás El final del camino (el quinto y último tomo), por su cualidad de incluir tres relatos autónomos (además del final del arco relativo a Skath) escapa de la rutina de los capítulos precedentes. Estos tres últimos episodios ponen a prueba el temble y la astucia de Sonja, que tiene que enfrentarse a diferentes retos, algunos provocados por su propia impetuosidad y otros que acepta orgullosa para ganarse unas monedas y desenvainar su espada. La sensación de anécdota, sin embargo, no desaparece. Más bien aumenta al haber solución de continuidad entre ellas, pero tienen -y esto es importante- el valor de ilustrar una variedad de amenazas y aventuras (que van desde el encuentro con criaturas míticas o con fuerzas mágicas hasta relatos más cercanos a los modos de la capa y espada o la piratería) que hacen de Red Sonja un personaje con mucho que decir.
Con suerte, ahora que Planeta Cómic se despide de Conan, esta Red Sonja de Amy Chu y Carlos Gómez no es sino un aperitivo para la llegada a nuestro mercado de las muchas historias que permanecen inéditas de la Diablesa de la espada.
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