«Pero, desde el principio, el lugar al que nadie más en toda Krakoa va es el que más me gusta«

Vale, ya sé que el final del número del mes pasado invitaba a que le siguiéramos la pista al pobre de Coloso (una de las eternas víctimas de la historia mutante, normal que quisiera morir para olvidar), pero es que resulta que Jonathan Hickman era quien estaba detrás de esa subtrama y, una vez que ha germinado en los X-Force de Benjamin Percy, se la ha llevado a las páginas de Inferno. Que al final es donde tiene que pasar todo lo gordo de este final de etapa para (casi) todas las series mutantes. Así pues, al bueno de Percy le toca seguir con su serie y que sean otros los que saquen jugo de las revelaciones que vimos hace treinta días.

Y así es como llegamos a la loca portada del X-Force #20: Reinado de X que publica Panini en España. Surfistas. Con pistolas. Surfistas con pistolas disparando a Lobezno. Pues venga, pues vale, pues me alegro… La cosa es que uno pasa la página y se encuentra con que sí, Logan se ha ido a hacer surf en una tabla de adamántium que, por cierto, ha vuelto locos a los señores de la redacción de Panini. Alguien debería decirles que sí, los metales, si tienen la forma adecuada, pueden flotar y que la tabla de Logan bien puede estar recubierta de este metal, pero tener un núcleo de algo bastante más ligero que el aire (et voilà). En fin, dilemas de la Física aparte, la cosa es que tenemos a Lobezno pillando olas cuando se hace amigo de unos señores que, CLARAMENTE, van a tener malas intenciones.

«Mi obligación ante todo siempre será para con mis hermanas«

Al mismo tiempo nos encontramos con Quentin Quire, que llega a un punto bastante chungo en su intensa (y bastante poco explorada) relación con Phoebe. La cosa es, y en esto me quiero detener porque me ha flipado, que a la chica le llaman la atención sus hermanas: tiene que elegir entre llevar una vida normal (bueno, ya me entendéis) o el vínculo que comparte con ellas y seguir toda su vida al servicio de su ‘madre’ Emma Frost. Pues oye, a ver, yo creo que la elección es fácil: ¿una relación que te hace feliz pero que puede que alguna vez termine o la comunión con tu familia y una relación de esclavismo dulcificado hacia la cabeza de familia? Esclavismo, por supuesto, donde va a parar. ¿Quién demonios quiere, en pleno siglo XXI, ser libre e independiente? Habrase visto… En serio, espero que todo este tema no se quede así, porque hay muchas mejores maneras de joderle la vida a Quentin sin que ello suponga convertir a Phoebe en un clon obediente y silencioso.

X-Force #20: Reinado de X

Y esto es lo que vemos en X-Force #20: Reinado de X, un pot-pourri de escenas que empiezan bien y se van torciendo para que el mes que viene esta serie pueda terminar por todo lo bajo, con los mutantes revolcándose en los lodos que, aparentemente, tanto echaban de menos. Que se avecinan curvas después de Inferno es algo que todos sabemos, pero esta serie viene a dar la impresión de que todo lo que pueda salir mal, saldrá peor. Y eso me preocupa entre bastante y mucho, porque ése ha sido tradicionalmente uno de los motivos por los que termino cansándome de algunas series. El pesimismo mejor si es en pequeñas dosis: que bastante lleno de mierda está ya el mundo como para que la ficción nos de un par más de cucharadas.