X-Statix

X-Statix #2. De entre los muertos: Provocación en clave pop

X-StatixSon el grupo favorito de América, de Marvel y de todo el mundo. X-Statix vuelve con un segundo tomo (dentro de la línea Colección Extra Superhéroes de Panini Cómics) en el que Peter Milligan y Michael Allred dan rienda suelta a su locura, aunque un tanto encorsetados por las presiones editoriales. Y es que entre sus planes estaba nada menos que utilizar a la fallecida Lady Di como integrante de la formación. Una locura que no llegó a materializarse, al menos no tal como la tenían prevista ellos, y que Bruno Orive, en su acertadísimo artículo introductorio, se dedica a explicar. Así que si queréis entrar en detalles al respecto, corred a vuestra tienda habitual a haceros con este imprescindible volumen (y con los dos anteriores, claro).

 

Las máximas de la serie siguen muy presentes: ningún personaje es imprescindible y cualquier excusa es buena para soltar una buena crítica barnizada de ironía. Hoy día, poco más de diez años después, resulta complicado encontrar relatos como los de X-Statix en el cómic mainstream, al menos en el editado por las dos grandes de la industria, DC y Marvel. Por ello es aún más interesante esta obra, que además no ha perdido un ápice de actualidad. Todo lo contrario, leyendo estos guiones da la sensación de que el mundo se ha vuelto cada día un poco más X-Statix. La obsesión por la popularidad y la atención de los medios que persiguen los protagonistas, más preocupados por un like que por salvar una vida, es extrapolable a nuestra más inmediata realidad, y no estamos muy lejos de los extremos a los que ellos llegan.

 

Milligan y Allred abordan a las estrellas pop como si de la realiza se tratara, de hecho, si atendemos a su repercusión en la agenda mediática, son nuestra realeza, nuestro circo. Con Doop como precursor de la perversión de los formatos de docurrealidad y los youtubers. Y todo visto desde un tamiz que no acepta nada que no sea mordaz o provocador.

 

X-Statix

 

Es cierto, como apuntaba en la reseña anterior, que el discurso poco a poco se va adecuando a los cánones del género, volviéndolo menos salvaje y sí más convencional. Pero es tal la manga que desde Marvel supieron darle a la pareja creativa, que aún cuando el agotamiento, la pereza o las injerencias externas metían la mano, siempre les quedaba una salida. Personajes como Henrietta, capaz de sacar lo mejor del mundo y lo peor de los X-Statix, o personajes absurdos como el Guapo, son claro ejemplo de ello. Quizás con el paso de los capítulos (y los tomos), X-Statix haya ido perdiendo su punch inicial, pero sigue siendo una obra que aporta frescura y variedad a la franquicia mutante. Milligan encuentra también la ocasión de hacer justicia a los que hasta ahora no habían sido más que secundarios, como Vivisector, en una retorcida historia sobre la fama y la aceptación de uno mismo que mantiene el tono canallesco de la colección.

 

Del apartado visual, poco que añadir a lo que hemos comentado hasta el momento cada vez que nos hemos acercado a la serie. El trabajo de Allred le va como anillo al dedo. Primero para subrayar el aspecto iconográfico de la colección, tan deudora del imaginario pop y estos modos de hacer. El trazo de Allred sigue esta línea, subrayando su potencial icónico. Y segundo porque su estilo aparentemente desenfadado permite ir más allá en la plasmación de imágenes más o menos violentas que con otro estilo de dibujo no casarían con el tono de la historia y que incluso podríamos llegar a rechazar.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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