«En cuanto a mis capacidades, sólo me conciernen a mí«
A veces pasa. Mira que la gente lo ha dicho tantas veces que ya ha perdido significado la maldita frase, pero a veces pasa. En ocasiones es tal la diferencia, no sólo de nivel sino de trato, que, efectivamente, es mucho mejor el libro que la película. Ya está, ya lo he dicho.
Y mira que no soy nada fan de la expresión. El mundo de la viñeta y el del celuloide tienen algunos códigos compartidos, pero también tienen otros tan radicalmente distintos que resulta disparatado imaginarse que una obra comiquera pueda traspasarse a la gran pantalla tal cual (a veces ha pasado y los resultados han sido polémicos cuanto menos). Por eso me niego en general a realizar comparativas tajantes entre originales y adaptaciones si no es pasándolos antes por el tamiz de la intención y las formas. Sin embargo, en este caso he de admitir que la primera vez en mi vida que oí hablar de La Liga de los Hombres Extraordinarios fue con motivo del estreno en cines de esa versión cinematográfica largamente denostada que dirigiera Stephen Norrington (Blade) en 2003 y que a mí, por aquel entonces, por lo menos me entretuvo (soy así de anormal, también me trago todas las pelis de Nicolas Cage y Jason Statham).
Pero ahora Planeta ha decidido recuperar una vez más la versión impresa de la colección bajo su línea ‘deluxe’: Trazado. Y, por fin, he tenido ocasión de disfrutar de la historia tal y como la concibieron Alan Moore y Kevin O’Neill en el ahora un tanto lejano año de 1999. Y, de pronto, la adaptación de Norrington ha envejecido de golpe del mismo modo que lo haría el propio Dorian Gray al contemplar su retrato. El tono, el misterio y las maneras contenidas en este cómic a punto de alcanzar los veinte años de edad fueron convertidas por la industria del celuloide en una mera sucesión de explosiones y acrobacias dignas de nuestro querido Michael Bay que poco o nada se parecían a lo que uno puede ver en las páginas de este volumen.
«Ojalá desapareciesen todos y los invisibles fueran ellos y no yo«
Pero, ¿qué es eso de La Liga de los Hombres Extraordinarios? Si no tuvisteis ocasión, ni tan siquiera, de ver la película hace trece años, dejad que os introduzca brevemente a lo que Moore y O’Neill idearon justo antes del cambio de siglo: Básicamente, el escritor británico retrocedió a las historias y las maneras de la Gran Bretaña de la segunda mitad del siglo XIX para rescatar a algunos de sus más célebres personajes (Nemo, el Hombre Invisible, Dr. Jeckyll / Mr. Hyde…) y ponerlos al servicio de un servicio secreto de la época que se encargaría de velar por el bien de la Madre Patria y de poner fina a las amenazas internacionales más llamativas y fuera de lo común.
Uno de los puntazos que se marca Moore al respecto de los personajes es que deja al lector completa libertad para montarse sus propias películas acerca de la identidad de cada uno. Vale, hay alguno, como Nemo, que es bastante obvio, pero ¿quién es esa Wilhelmina? ¿Por qué está al mando y nadie parece dispuesto a discutírselo? Más allá de juntar a viejas glorias (por aquello de su siglo y medio de edad) y ver qué pasa, Moore hace un magnífico estudio de cómo un grupo de personajes tan diverso y complejo funcionaría en pos de un objetivo común. Eso sí, sin dejar de soltar pistas acerca de hacia dónde puede deslizarse la historia toda vez que estos caracteres dejen de compartir ese interés.
«Sus fenómenos de feria se han lucido, Bond«
Más aún. Moore y O’Neill nos ofrecen una aventura de puro corte steampunk sin caer en el exceso o el artificio. Se valen de lo que los autores decimonónicos plasmaron en sus novelas para darle un nuevo giro y continuarlo de una manera natural a las órdenes de un misterioso líder en la sombra y al servicio de un imperio que distaba mucho de ser perfecto. The League of Extraordinary Gentlemen contiene la dosis exacta de misterio, drama, humor, acción y fantasía para colmar nuestros deseos más locos y es una oportunidad única de recuperar a algunos personajes que han moldeado nuestras infancias a través de polvorientas y heredadas novelas y que vuelven a la vida gracias a la mirada única del guionista británico más célebre de todos los tiempos.
Planeta vuelve a editar esta historia para aumentar el volumen de su estupenda colección Trazado (en la que ya tuvimos oportunidad de volver a releer From Hell). Este primer volumen, además, viene acompañado de una extensa galería de contenidos extra que incluyen toda una novela corta escrita por el guionista y protagonizada por uno de los personajes del cómic, bocetos, ilustraciones, esquemas y mucho más. Trazado es, hoy por hoy, una de las mejores maneras de disfrutar de los mejores cómics de la historia encuadernados y tratados con todo el respeto que merecen.
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