ECC publica en nuestro país la recopilación de las historias originales de El Monstruo, editadas en su momento por la revista Scream!, en el ya lejano 1984. En ellas se narraban la desventurada huída del joven Kenny Corman (en un evidente homenaje a Roger Corman) y su tío Terry, un «monstruo» que se ha pasado toda su vida cautivo en el ático de la casa familiar.

En El Monstruo, sin embargo, las expectativas pueden jugarnos una mala pasada. Empezando por el nombre que destaca por encima de todos (y que aparece en primer lugar en los créditos): Alan Moore. El icónico escritor es el gran reclamo para el lector, pero solo escribe el primer capítulo, o lo que es lo mismo, cuatro de las 192 páginas que componen el libro. Si llegáis atraídos a El Monstruo por su firma, tened esto en cuenta, su participación es testimonial.

El otro aspecto que puede llevar a equívocos es su apariencia de relato de terror. Sí, hay un monstruo y sí, el primer capítulo juega con el misterio y los códigos del género. Pero ya está. El libro utiliza la figura del monstruo desde una perspectiva más trágica. Terry es víctima de la incomprensión, del miedo a lo diferente. Hablamos, pues, de un drama. Los autores de la obra (principalmente Alan Grant y John Wagner) exploran la vulnerabilidad del presunto monstruo, aquel cuyas diferencias fisicas o psíquicas despierta el recelo y temor de quienes se consideran normales. Quizás la narración sea algo anticuada hoy día, o que el tono resulte un tanto naif (no se puede obviar que la obra estaba pensada para un público prepúber), pero su mensaje no ha perdido una pizca de importancia ni de actualidad.