Planeta Cómic recupera para su catálogo una de las obras más icónicas de Naoki Urasawa para toda una generación. Hablamos de ¡Yawara! un spokon con tintes de comedia cuya adaptación al anime llegó a Cataluña (y Comunidad Valenciana) a mediados de los 90 bajo el nombre de Cinturó Negre y que fue emitida primero en TV3 y luego en K3. Su protagonista, Yawara Inokuma (Ginger Inokuma en el doblaje catalán) es un joven talento del judo japonés que se debate entre sus aptitudes para el deporte y el deseo de una vida tranquila alejada de la competición.
«¡Nunca la había visto tan contenta cuando se trata de judo!»
Entre 2009 y 2012 EDT/Glénat se lanzó a la publicación del manga (en catalán), pero la obra quedó inconclusa por los problemas de la editorial. Ahora, 12 años después, Planeta Cómic se dispone a intentarlo de nuevo con una recopilación en 20 tomos en formato kanzenban en tapa blanda con sobrecubiertas y páginas en B/N (con algunas páginas suertas en dos tonos [rojo y negro]), que a buen seguro desbloqueará los recuerdos de mucha gente y descubrirá una propuesta diferente y muy estimable a buena parte de los lectores, quienes quizás tienen localizado al veterano mangaka por obras de corte más dramático como Monster o Master Keaton.
¡Yawara! se presenta como un manga ligero, casi como una comedia de enredos con su protagonista, Yawara Inokuma, siempre en medio aunque sin pretenderlo. Es más, lo que ella quiere es pasar desapercibida y centrarse en llevar la vida de una chica normal, sin más sobresaltos que los amoríos de turno. Son los pintorescos personajes que la acompañan, empezando por su frenético abuelo, los que la arrastran hacia un montón de situaciones que no desea, pero de las que sale siempre airosa.
El deporte, al menos en este primer par de tomos, es algo secundario. Es la base del conflicto, todos quieren verla competir a pesar de su constante rechazo, pero no es el elemento que determina el devenir de la trama. Si no fuera por el componente deportivo podríamos hablar de una comedia romántica con sus malentendidos, disputas amorosas, romances no correspondidos y anhelos secretos… Naoki Urasawa aprovecha estos primeros volúmenes para armar las bases de su historia y definir muy bien a los personajes y sus motivaciones. Ello a través de una narración, además, que no pisa el freno en ningún momento. Siempre está sucediendo alguna cosa y nadie, ni lectores ni personajes, tiene tiempo de aburrirse.
Confiamos, esta vez sí, que ¡Yawara! tenga éxito y culmine su publicación. Que en su momento (se publicó entre 1986 y 1993, con el anime entre el 89 y el 92) tuviera los JJOO de Barcelona en el horizonte y que la actual publicación española coincida en año de olimpiadas (esta vez en París) es buena señal.
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