21st Century Boys

21st Century Boys: Un largo epílogo

21st Century Boys«Yo también me he dedicado a huir sin parar«

 

Casi medio año después del final de la reedición de 20th Century Boys por parte de Planeta (y con un virus asolando a la humanidad de por medio, lo cual no deja de ser llamativo) la editorial se decide a poner en las librerías la secuela-epílogo que vino a llamarse 21st Century Boys, que originalmente llegó a nuestro país en dos tomos y que ahora queda estupenda dentro de la fantástica edición con la que la serie ha vuelto a nuestro país. El manga original acababa con aquella fantástica escena del concierto tras la derrota de Amigo, pero multitud de preguntas quedaban sin respuesta y, aunque no habría pasado nada por dejar la historia ahí, este largo epílogo busca terminar de cerrar la complejísima trama que ideó en autor de mangas como Monster o Master Keaton.

 

Para ello recurre a una nueva amenaza surgida de la nada cuando Japón parecía haberse librado del apocalipsis vírico. Una enorme bomba es el regalo de despedida de un Amigo dispuesto a arrasar con todo y con todos en su canto de cisne final. El argumento, que ya me pareció forzado en la época en que se publicó el manga por vez primera en España, sigue rechinando en mi cabeza. Con todas las amenazas neutralizadas, no veía necesario incluir una nueva y más ambigua (al contrario que con el virus, no tenemos constancia de que la bomba exista o sea tan potente como para ‘acabar con la humanidad’) para tener una excusa para que los protagonistas volvieran a la acción. De nuevo, el tiempo me ha ayudado a digerir mejor este recurso: la argucia sigue pareciéndome facilona, pero lo que Naoki Urasawa aprovecha para contar sobre el pasado de Kenji y los suyos y el cierre que les da a los héroes me parecen estupendos.

 

«¡¡Nadie se acercará a la base secreta!!«

 

De hecho, el propio autor se hace la pregunta de cómo debería acabar este manga a través de los personajes de los autores de cómic que aparecieron entre el segundo y el tercer acto de la obra original. ¿Cómo debería acabar el héroe? La imagen del personaje alejándose hacia el infinito les parece muy manida, mientras que la muerte del personaje no deja de ser un triste final para quien ha sido el objeto de nuestros ánimos y pensamientos. Urasawa se decide finalmente por una salida que, sin querer o a propósito es la más natural para los personajes que nos han acompañado desde aquel primer número. La idea del héroe de andar por casa, del líder que no quiere serlo, del hombre y la mujer comunes que hacen lo necesario para sobrevivir y cuidar a quienes les rodean vuelve a salir a la luz en este, ahora sí, último tomo de la colección. Y es precisamente por ello que me encanta el final de esta historia, aunque haya tardado unos cuantos años en poder disfrutarla de verdad.

 

21st Century Boys

21st Century Boys

 

¿Y ahora qué? Siguiendo con 20th Century Boys nos quedan las tres películas de acción real. En territorio manga me pregunto si Planeta se lanzará a editar en este formato otras obras del autor como Pluto (por favor, sí) o Billy Bat o si nos traerá a España la última obra de Urasawa, Mujirushi – Le signe des rêves (Mujirushi – El signo de los sueños). Lo que está claro es que este guionista es una mina de oro para Planeta, a quienes no les ha fallado ni una de las adaptaciones al castellano de sus obras. Quizás sea por el ambiente europeo de sus tramas, o quizás porque nadie como él ha conseguido tenernos en tensión tanto tiempo con cada una de sus historias.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados