Suicide Squad: Kill the Justice League tenía encima de sí una losa en la que se podía leer “muerto antes de salir”. Este término coloquial se usa para aquellos juegos que, teniendo una ventana de lanzamiento bien marcada, terminan siendo retrasados de forma indefinida o cuyo proceso tiene que volver a empezar de cero. Suicide Squad: Kill the Justice League tendría que haber salido hace un año y, por temas de desarrollo, se retraso un año completo. Todo esto, sumando a que el juego había sido anunciado como juego como servicio, no hacían presagiar nada bueno. Seguramente en la mente de todos estaba el juego de Marvel’s Avengers. El juego de Square Enix, junto a Crystal Dynamics, fue un auténtico fracaso tanto de publico como de crítica, tirando por tierra una licencia tan importante como los Avengers. Por eso pensábamos que los juegos como servicio, más allá de Fortnite, WarZone o EA Sports FC iban a terminar antes de empezar. Por eso la decisión de Rocksteady de llevar su juego por esa dinámica chocó con todo. Pases de batalla, compra de skins, obligatoriedad de estar conectado a los servidores… todo hacía presagiar lo peor. Pero mira por donde al final todos los prejuicios que teníamos con el juego se disipan de un pistoletazo con una campaña realmente increíble y una jugabilidad muy buena. Sigue siendo un juego como servicio, donde pronto llegará la primera temporada, pero es un juego que te deja disfrutar desde el principio.
Suicide Squad: Kill the Justice League arranca de una manera realmente buena para el jugador, con un tutorial donde manejaremos a cada uno de los cuatro antihéroes para saber cómo son sus movimientos, sus mecánicas y su forma de combatir. Así cada jugador puede elegir con quien jugar, por adaptarse mejor a su forma de jugar o porque le gusta más ese personaje. Así no tenemos misiones propias de cada personaje, sino que puedes pasarte todo juego con uno. Pero sí es cierto que el juego tiene misiones en los que te recomienda que utilices un personaje u otro, ya sea por tener más involucración con ese personaje o para que vayas cambiando. Así el dinamismo en las misiones está presente y hace que nunca lleguemos a aburrirnos en las diferentes misiones. Sí que es cierto que las diferentes misiones, lejos de las principales, se repiten y no varían más allá de aspectos que te hacen tener que enfrentarte de ellas de una manera u otra. Pero son tan divertidas y dinámicas que se le perdona que no haya demasiada variedad. Aunque esto también ayuda a reconocer por completo como son las misiones y te quieres enfrentar a ellas. Con esto hablo de las secundarias, no de las principales, que sí que consiguen cambiar ciertas cosas por completo y son misiones muy bien pensadas y muy hiladas dentro de toda la trama.
Y es que si Suicide Squad: Kill the Justice League gana por algo es por su historia. Y es aquí donde puede que haya diversidad de opiniones. Rocksteady ha realizado posiblemente su réquiem respecto a toda su carrera dentro de los videojuegos y dentro de su legado con Batman. La historia no es otra que terminar con la Liga de la Justicia, una Liga de la Justicia que ha sucumbido ante un villano, el cual no diré quien es, y que tendremos que detener. Y es que la historia está llena de giros, de momentos emocionales y que ofrecen algo diferente a lo que se ha podido ver en otros juegos de este estilo. Lo único malo, que no tiene final. Sí que tiene un final que significa el final de la campaña, pero donde después se nos insta a terminar el resto de las misiones, conseguir todos los objetivos secundarios y a poder jugar la primera temporada del juego que llegará en algún momento. Y esto es quizás lo que más molesta del juego. Molesta porque Rocksteady ha demostrado que sigue realizando juegos single player realmente increíbles, con unas mecánicas increíbles, bien escrito y que desarrolla de manera muy dinámica y divertida. Por eso no se entiende demasiado porque han decidido hacer un juego como servicio cuando no lo pedía nadie y podrían haberse centrado, todavía más, en su campaña principal.
Porque como he dicho es un juego que tiene unas mecánicas increíbles, unas mecánicas propias de cada personaje. No todos se mueven igual, no todos atacan igual y no todos tienen las mismas defensas. Si quieres ser una especie de tanque, puedes usar al Rey Tiburón, si quieres ser ágil, Harley Quinn, si quieres destrozar desde la distancia, Deadshot, y si quieres ser un personaje algo equilibrado, Capitán Bumerán. Y te lo pasas muy bien con ellos, haciendo las distintas misiones e incluso, cuando menos te lo esperes, estarás enganchado. El problema es que no sé como saldrá cuando se lance la temporada uno, que incentivos tendrá una vez terminada la campaña y que ofrecerá más allá de repetir misiones y tener a unos nuevos personajes. Además, como ya ocurría en la serie de Arkham, Riddler se ha dejado caer también por este juego con unos trofeos, acertijos y carreras contrarreloj que obsequiarán con vestimentas e información sobre los personajes.
Y es quizás lo que más pena me da, porque Suicide Squad: Kill the Justice League es bueno. Es bastante bueno. Pero la decisión de hacerlo como juego como servicio ha hecho que pierda parte de lo que podría haberlo hecho enorme. Tienes a los personajes, que son carismáticos a mas no poder, tienes a villanos increíbles y una historia que consigue trasmitir todo lo que pretende. Si queréis un juego realmente interesante, este Suicide Squad: Kill the Justice League es un juego más que notable, no llega al sobresaliente por los motivos que he ido exponiendo a lo largo de este análisis. Con todo esto, compro por completo lo que ofrece Rocksteady, compro por completo la experiencia que ofrece y me alegra que el estudio haya decidido realizar como su réquiem final sobre los superhéroes con un videojuego donde manejamos a los malos. La única pega a la campaña es el combate contra Batman, pues es, quizás, el más descafeinado de todos. Por lo demás, no os dejéis guiar por lo que digan los análisis y jugad, porque es un juego que merece la pena jugar.
Analizada la versión de PC (Steam).
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