Marte

Marte (The Martian): De acampada en el Planeta Rojo

Condicionado por el hype que ha rodeado a la película durante los últimos meses, así como por las propias ganas de disfrutar de la nueva aventura espacial del señor Ridley Scott, el visionado de Marte no ha cubierto las expectativas que tenía depositada en ella. No es, ni de lejos, la gran obra que propugnan muchos, pero tampoco hay que restarle méritos a lo que es un dignísimo entretenimiento que nos ha devuelto el interés por la exploración espacial.

 

Matt Damon

 

Marte mira a las estrellas desde una perspectiva más o menos realista, tiene una base científica importante y aunque Drew Goddard y Ridley Scott se toman importantes licencias al plantear algunas situaciones (como la virulenta tormenta de arena inicial o la posibilidad de cultivar la tierra marciana) a fin de potenciar el drama y permitir el desarrollo de su historia, pero por lo general tiene una fuerte intencionalidad. De hecho el equipo de la película contó con el asesoramiento de la NASA para dotar de verosimilitud la misión del Hermes y hacer de Marte una visión de un futuro factible a medio plazo.

 

Una misión a priori sencilla, de exploración e investigación, pero que pronto se convierte en una misión de rescate y de supervivencia. De rescate por parte del centro de control de la NASA en La Tierra y de supervivencia para un desgraciado Mark Watney (Matt Damon), a quien dan por muerto y abandonan a su suerte en el Planeta Rojo.

 

Sin embargo, y es aquí donde encontramos el gran pero a la propuesta, en ningún momento sufrimos con el personaje de Damon, no corre un verdadero peligro que nos haga encogernos en nuestras butacas. No hace falta que nos vayamos muy lejos, baste con recordar la sufrida experiencia de Tom Hanks en Náufrago o las de Bullock y Clooney en Gravity. Con ellos vivíamos momentos de auténtica tensión, la angustia por saber si iban a sobrevivir a tal o cual obstáculo era palpable. En Marte, ya sea por el desaforado optimismo que muestra el personaje, porque desde el primer momento se revela como un MacGyver espacial capaz de resolver cualquier contratiempo tras darle un par de vueltas, o por saber que desde La Tierra se trabaja hasta la extenuación por traerlo de vuelta, lo cierto es que más que sobrevivir en un ambiente extremadamente hostil, da la impresión de que el protagonista está pasando unas vacaciones en el Planeta Rojo.

 

Jessica Chastain

 

La consecuencia primaria es que el espectador no tiene posibilidad de acompañar al personaje en su lucha por la supervivencia. Ya por la forma en que Scott plantea la película damos por hecho que Watney va a salvarse y cualquier otra posibilidad iría en contra de la coherencia interna del film. Así pues, a diferencia de los ejemplos anteriores, no vivimos la experiencia en primera persona, sino desde una posición más segura. En lugar de correr delante de un toro en los Sanfermines, como espectadores asistimos al espectáculo desde la barrera, sin correr peligro alguno.

 

En este sentido el visionado se muestra algo incompleto y no pasa de ser un mero entretenimiento. Uno muy atractivo y altamente recomendable, las cosas como son, pero sin resultar catártico para el espectador. Por lo demás, como aventura, es una gozada absoluta. Desde la caracterización de los diferentes personajes (es muy gratificante comprobar cómo, a pesar de no dotarlas de un excesivo protagonismo, Scott se muestra fiel a sus principios de concebir personajes femeninos complejos y alejados del cliché de género, a través de los personajes de Jessica Chastain y Mackenzie Davis), a la fotografía de Dariusz Wolski, habitual del director estos últimos años (¿le veremos quizás obteniendo su primera nominación al Oscar?), y que saca el máximo partido a localizaciones como Jordania (escenario marciano habitual en cine, como muestran Los últimos días en Marte [2013] o Planeta Rojo [2000]) con los efectos digitales obligados de este tipo de propuestas.

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados