Superman

Superman: El camino a la condenación

SupermanEn este artículo retomamos las aventuras de la serie mensual del hombre de acero donde lo dejamos, exhausto tras vencer en la psicoguerra y con la amenaza de Juicio Final en el horizonte. Ahora lo que toca pues, es rellenar los huecos y ver como ha sido el camino seguido por Clark Kent hasta llegar al último gran evento supermanero hasta la fecha.

 

Sin tiempo para tomar aire tras la contienda psíquica de los meses anteriores, Scott Lobdell decidía meterse en otro fregado de los grandes, rescatando a H’El del olvido y reavivando aquel primer evento kryptoniano que pudimos disfrutar en 2013 y en el que Supergirl se alzó como gran protagonista. Lamentablemente, aquí se cumple la máxima de “segundas partes nunca fueron buenas”.

 

Recogidos bajo el título de El regreso de Krypton, los números #25-26 recogen esta secuela en la que se vuelven a cruzar los caminos de Kara, Kon-El, Kal-El… y Jor-El. El guionista aprovecha la circunstancia para jugar con el tiempo y permitir que Clark conozca a su padre en su momento de plenitud, con un objetivo [SPOILER] destruir su planeta natal, o al menos permitir que suceda a fin de proteger al resto del universo [FIN SPOILER]. La carga dramática es enorme, pero la historia no pasa de ser un entretenimiento menor. Por encima de sagas anteriores, pero sin estar a la altura de las etapas más destacadas. Prescindible.

 

El motivo está, por un lado, en el poco espacio dedicado al desarrollo de la trama (tan solo cuatro números: un Annual y los correspondientes a los tres kryptonianos), lo que tal como funciona el cómic de superhéroes hoy en día no hay espacio suficiente para profundizar. Y, de otro, en que tenemos pobremente localizados a dos tercios de los protagonistas. De Superboy sabemos lo que nos dejan entrever los eventos, pero es un completo desconocido para el lector medio ya que su serie no ha llegado a nuestro país, y la edición de Supergirl se ha ido diluyendo con el tiempo, perdiendo continuidad y desperdigándose de tal forma que incluso ha aparecido algún número de su cabecera en Green Lantern.

 

A partir de Superman #27 volvemos a la dinámica habitual de la edición española, con la inclusión de un número de cada cabecera norteamericana (esto es, Superman y Action Comics). Por un lado Lobdell explora las consecuencias de la psicoguerra, con Lois Lane aún con sus nuevos poderes telepáticos y Parásito (al que conocemos en el tomo recopilatorio Superman: Maldad Eterna #2) acechando a nuestros héroes. Por otro, Greg Park intenta profundizar bastante más en el personaje, poniendo sobre la mesa la problemática de los prejuicios y la definición de lo que es un monstruo, dos asuntos muy conectados entre sí y que han marcado al hombre de acero y la imagen que se tiene de él en esta última etapa. Resulta muy interesante su aproximación a estos temas pues ya dejan entrever parte de los conflictos internos que se explorarán en Condenado.

 

Superman

 

Pero no nos equivoquemos, Pak no hace un relato intimista, y la fantasía o los grandes retos a los que solo puede hacer frente Superman siguen muy presentes. Acompañado de Lana Lang y algún que otro nuevo aliado, el kryptoniano baja a las profundidades de nuestro mundo para descubrir una poderosa civilización en la que abundan -precisamente- los monstruos y que se debaten entre amigos y enemigos. Una aventura de cierto interés (que para lo que nos tienen acostumbrados en la colección ya es mucho decir) que se extiende a lo largo de varias entregas (#27-30)

 

Centrados nuevamente en el final de la etapa de Lobdell al frente de Superman, su último arco antes de Condenado tiene cierto regusto a prólogo, por lo que aprovecha para poner el foco en la actividad profesional de Clark Kent. En este sentido es discutible el menosprecio que siente el personaje (quién sabe si también el guionista) por el periodismo en Internet. En Superman #29 llega a decir literalmente “Me considero reportero… no soy bloguero”. Y como alguien que ejerce su actividad profesional en el medio online, me parece una falta de respeto y que pone en evidencia que, a pesar de los continuos lavados de cara a los que se somete al personaje, visiténdolo incluso con vaqueros y camiseta, Superman es un héroe anquilosado en tiempos pretéritos, sigue sin saber cómo adaptarse a la sociedad contemporánea.

 

Superman #31 sirve para que ambos autores, Pak y Lobdell, cierren tramas de cara al comienzo de Condenado (historia de la que hablamos aquí), al tiempo que preparan el terreno y dan la alternativa a Charles Soule, quien en Superman/Wonder Woman #2 sentó las bases del crossover.

 

Y tras Condenado (y una grapa, Superman #32, que nos ha dado la oportunidad de disfrutar del talento de Marguerite Bennett y Emanuela Lupacchino en un relato alejado de la fuerza bruta y la épica habitual de la colección y centrado en Lois Lane) el futuro del último hijo de Krypton tiene nombre(s) propio(s): Geoff Johns y John Romita Jr.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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