«La memoria es la gran embustera«
Para mí Neil Gaiman es una especie de Tim Burton que no ha perdido el norte. Un genio con un estilo único y oscuro que, sin embargo, es capaz de contar historias repletas de imaginación y belleza. Es un tipo que puede plantarte una historia sobre la muerte y hacer que su personaje principal te caiga bien. Un señor capaz de convertir a Lucifer en un pobre desgraciado, víctima de un plan mucho más grande que él. Gaiman es un genial narrador de historias y uno de los más prolíficos y geniales guionistas de cómic del último siglo.
P. Craig Russell, por su parte, es uno de los artistas con los que mejor ha congeniado el escritor británico. Juntos ya ganaron un Eisner por su acercamiento a Muerte, de los Eternos, y más tarde han vuelto a colaborar en Sandman: Cazadores de Sueños o en la reciente adaptación de la novela de Gaiman El Libro del Cementerio. El dibujante posee un estilo limpio en apariencia, pero con la libertad de recargarse cuando hace falta en mil y un diseños imposibles. Esto ha sido siempre útil a la hora de representar los siempre cambiantes dominios de Sueño y con el cómic que nos ocupa hoy demuestra que esta capacidad es extrapolable a otras obras y otros géneros.
«Si Carasel hubiera muerto por su propia mano no me habrían llamado«
Lo que hoy nos trae ECC es la versión en viñetas de un relato radiofónico de Gaiman que Russell guionizó y dibujó para incluirla en un recopilatorio de historias breves y muestras de su arte. La historia nos lleva a Los Angeles para presentarnos a un tipo anodino que recala en la ciudad a medio camino en su viaje a Londres para luego, y esto ya lo hemos visto otras veces en Gaiman (por ejemplo en su celebérrima posada del Fin de los Mundos), saltar desde ahí a una historia completamente diferente acerca del primer crimen jamás acontecido, el asesinato de un ángel a manos de otro de sus congéneres cuando tanto la Tierra como el resto del Universo no eran más que proyectos que iban tomando forma en la ciudad plateada en la que habitan los ángeles.
Misterios de un Asesinato no pasa de ser una breve fábula muy del estilo de estos dos autores, un relato corto que incluir en un álbum más grande, pero la manera en que los personajes nos atrapan, lo irreal y cercano del asunto que se trata es tan maravilloso, que merecía la pena separarla y ofrecerla de manera individualizada a los lectores y a los fans del autor de The Sandman. En no demasiadas páginas, Russell y Gaiman plantean cuestiones tan profundas como el origen del amor y la necesidad de la muerte. Nos hablan de cómo dejamos que las pasiones nos gobiernen y siembran la semilla de la duda en torno al tema del libre albedrío al plantear todas las acciones de toda criatura viviente como parte de un plan que les sobrepasa y que decide por ellas su pequeño papel en cada instante del tiempo.
«Sentí como si se hubiera dejado algo en su lugar. Absolución, quizás, o inocencia«
El cómic también nos habla de la posibilidad del perdón y del equilibrio entre el delito y el castigo. Gaiman pone en labios de Lucifer una reflexión acerca de los crímenes cometidos por amor que deja al lector con la duda, ¿debe ser menos el castigo a quien ha faltado al prójimo por amor a un tercero? ¿Acaso la intención no cuenta a la hora de juzgar las faltas de una u otra persona? ¿Debe ser la justicia ciega e igual para todas las personas sin importar sus orígenes o motivaciones? Todo esto se puede extraer de las últimas páginas de una obra que podría haber pasado desapercibida y que, sin embargo, ECC nos trae este otoño con mucho mimo.
Y es que a las viñetas de P. Craig Russell les acompaña una sensacional galería de extras de la cual destaca el extenso y profundo análisis del cómic a manos del propio dibujante y en el que nos explica desde el por qué de la elección de los colores hasta los motivos para enfocar cada escena desde tal o cual ángulo. Todo ello seguido de bocetos, páginas desechadas y portadas alternativas que vieron a la luz en otros países. ECC coloca en nuestras librerías una nueva obra imprescindible de dos de los mayores genios de la viñeta contemporánea, haríais bien en darle una oportunidad a esta historia de misterio y asesinatos primigenios.
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