«Algo va mal en el sueño«
Oficialmente, el sello Vertigo ha muerto este mismo mes de enero de 2020. Lo hace tras ser haber sido un icono del cómic adulto, libre e inteligente desde su creación (en 1993, aglutinando varias series de un carácter similar bajo el mismo paraguas) y hasta que la mala gestión por parte de DC lo ha acabado matando. Y basta con ver un poco el panorama más allá de las capas y los super-poderes para darse cuenta de que la idea no ha sido del todo buena: Karen Berger, su primera editora, sigue supervisando títulos de este estilo bajo el sello de Berger Books de la editorial Dark Horse, Shelly Bond (su sucesora) ha creado el sello Black Crown (con maravillas como Punks not Dead) y más allá pululan bombazos como el sello Aftershock (Babyteeth, Animosity…) Casi se podría decir que a la escena comiquera más allá del mainstream le ha sentado bien la marcha del sello de referencia.
Y. claro, las cosas no deben estar sentando muy bien en Burbank. Cuando DC terminó de reabsorber y reestructurar Vertigo lo siguiente que probó fue trasladar a sus personajes a la continuidad oficial de la casa. Y así han terminado pasando Constantine, la Cosa del Pantano o Tim Hunter por la Liga de la Justicia Oscura, por ejemplo. Pero tener grandes personajes no garantiza el éxito (Constantine va a reinicio de serie por año), así que, con motivo del 30 aniversario de The Sandman, DC se saca de la manga una nueva colección de colecciones, un sello editorial que no lo es, en la que van a desfilar grandes personajes del universo creado por Neil Gaiman, con una historia base del mismo autor y con guiones de gente con ganas de ofrecernos algo interesante.
«Mis historias siempre terminan con lágrimas«
Le vea o no futuro a este proyecto, no voy a ser yo quien se queje. Los lectores nos llevamos de esta nueva idea de DC para recuperar terreno en el mundo de lo alternativo no una, sino cuatro series que tienen muy buena pinta y que este primer volumen, que edita en España ECC bajo el título de Universo Sandman, introduce de esa forma tan manida que consiste en que un personaje de una de ellas viaje y sea testigo del germen de las otras tres. Así, tendremos al cuervo Matthew (bastante conocido para quienes adoréis la obra de Gaiman) saliendo de la trama de Sueño (que guionizará Simon Spurrier [un habitual de 2000AD] con dibujos de Bilquis Evely [aquí la hemos visto en la última etapa de All-Star Batman]) para buscar a su señor en el mundo real y cruzarse (por casualidad o por el destino) con los personajes del resto de publicaciones.
Estos serán Tim Hunter, que vuelve a protagonizar otra revisión de Los Libros de la Magia, esta vez bajo la batuta de Kat Howard (autora de An Unkindness of Magicians y ‘protegida’ de Gaiman) y el dibujo de Tom Fowler (The Unbeatable Squirrel Girl), Lucifer, que está en estado de gracia por el éxito de la serie que emite Netflix y que va a protagonizar una serie que escribirá Dan Watters para el arte de Max y Sebastian Fiumara (maravilloso su trabajo en Abe Sapien), Erzulie, una figura (loa del amor y la belleza) de la mitología vudú que me resulta un tanto desconocida y que cae en manos de Nalo Hopkinson (escritora canadiense nacida en Jamaica que está triunfando en la escena de la fantasía y la ciencia ficción) y Dominike «Domo» Stanton (Moon Girl y Dinosaurio Diabólico) para una serie que llevará por nombre La Casa de los Susurros (House of Whispers). Por aquí trataremos de seguirle la pista al mayor número posible de estas colecciones porque, quién sabe, puede que comiencen a tener éxito y DC decida, no sé, crear un sello que aglutine a las series que se salen del mainstream y apuestan por algo diferente…
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