En el pasado Festival de Cannes nadie se imaginaría que una película como Comanchería (presentada en ‘Un certain regard’) podría terminar en toda las quinielas de los grandes premios americanos, y casi seis meses después llega a las salas españolas, con tres nominaciones a los Globos de Oro, este peculiar western protagonizado por Chris Pine, Ben Foster y Jeff Bridges que cuenta la historia de como dos hermanos asaltan un banco para acabar con una deuda familiar y empiezan a ser perseguidos por un ranger de Texas.
Leyendo exclusivamente el argumento de la película, a uno no le sorprendería que esta se ambientase en el siglo XIX en un pequeño poblado o rancho y viésemos robustos vaqueros a caballo, una damisela en apuros y carteles de «Wanted», pero lo que hace peculiar y, hasta cierto punto, grande a Comanchería es la capacidad que tiene David Mckenzie de trasladar un género obsoleto al mundo de la era de Internet y los smartphones.
Un atraco rodado de manera sencilla con solo cuatro personajes es el punto de arranque de una película que comienza prometiendo mucho, ya que pese a la dureza del asunto el espectador entra con facilidad en la persecución gato-ratón, el salvaje humor negro y la crítica a lo que se conoce como América Profunda; el problema es que esta persecución acaba siendo monótona y se estira demasiado (no debería resultar larga una película que apenas supera los 100 minutos), y esto se debe a los cambios de tono que tiene la cinta. Una vez se relaja toda la carrera, cuando los protagonistas dejan de jugar a polis y cacos entrando a escena el drama familiar, todo empieza a venirse abajo con una catastrófica ruptura del ritmo narrativo y cuando todo parece insalvable, un adrenalínico tramo final despierta al espectador y le permite gozar de una batalla entre indios y vaqueros (ambientada en la actualidad) que es brutal.
Lo más potente de la cinta son las interpretaciones de los tres protagonistas (premio con más posibilidades). Ben Foster interpreta al atormentado y chalado padre de familia que arrastra a su hermano (Chris Pine) a llevar a cabo el atraco; sin duda, es una de las parejas más divertidas que nos ha dado el cine este año porque se compenetran de manera estupenda y el amor / odio que profesan sus personajes es único. Chris Pine es un actor a reivindicar en papeles de este tipo, ya que poco a poco demuestra como puede llevar su trabajo más allá del blockbuster comercial. Jeff Bridges, como siempre, está sonadísimo, pero es genial ver a este hombre en pantalla en un personaje tan oscuro y acabado como el ranger Marcus Hamilton; ahora sí, no se olviden de activar los subtítulos.
Comanchería es una película irregular pero disfrutable y es irreprochable su capacidad para reinventar un género y acercar un cine más alternativo a todo tipo de público.
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