Este año 2023 se está celebrando el 100 aniversario de Disney, el lugar de los sueños y de las ilusiones. Por ello el estudio ha querido rendir homenaje a esa celebración con el estreno de Wish, una cinta que no habla de otra cosa que de los deseos que tenemos todos de niño y de no rendirnos nunca para conseguirlos. Así, de primeras, la cinta podría tener algo de interés por el tema que trata y por ver que es lo que ha hecho Disney para celebrar sus 100 años. Pero lo cierto es que Wish se convierte en una cinta floja, llena de tópicos y de estar todo el rato repitiendo esquemas de sus últimas producciones, por no hablar que no se han esforzado ni siquiera en contar una historia que fuera emocionante. Por un lado, es una pena que en los cien años de Disney tengamos una cinta así, pero, por otro lado, podemos mirar atrás y ver todos los clásicos que nos han ido regalando en estos cien años. Wish podrá hablar de los deseos, pero no llega al nivel de los grandes.

Lo cierto es que, el inicio de la cinta es bastante salvable. Es un inicio “made in Disney” contándote rápidamente y en forma de cuento, que es lo que ha ocurrido en los años anteriores de la historia hasta que ya arrancamos con nuestra protagonista, Asha, que se gana la vida como freetour de la ciudad de Rosas. Después de todo esto, la cinta se cae por todos lados. Se cae porque Disney lleva tiempo contando la misma historia, pero cambiando la pincelada, el fondo y el mensaje. El resto es todo el rato lo mismo. Antes su clásicos tenia cada uno su propia identidad, su propia coherencia, pero parece que, en la casa de las ilusiones y los deseos, la originalidad comienza a extinguirse. Porque ya ni siquiera el villano tiene carisma de malo, ya no es malo porque tiene que ser malo, es malo porque sí. Todavía recuerdo esas películas donde los malos no tenían que ocultar nada y cada vez que la cámara lo enfocaba sabias que era el malo de la cinta. Ahora se oculta hasta que demuestra, en la recta final de la misma, que es el malo.

También las canciones han bajado un poco el listón. Si que tienen alguna resultona, bien coreografiadas e interpretadas, pero no aportan nada nuevo que no hayamos visto en anteriores cintas de Disney. Pero no se puede negar que musicalmente Disney es buena, es muy buena. Pero Wish no hace justicia a esos cien años de canciones que todos nos sabemos de memoria y que, de vez en cuando, llegan a nosotros como un obús y se quedan grabados en la cabeza. Aún así me quedo con “This wish”, posiblemente la canción más acertada de toda la cinta y que recoge todo el sentimiento de Disney. En cuanto a las voces de los protagonistas Ariana DeBosse consigue una gran actuación como Asha y, siendo sinceros, en West Side Story era de lo mejor vocalmente en la película de Spielberg. También demuestra sus dotes Chris Pine como el Rey Magnífico. El resto cumple también, pero con un protagonismo menor.

Es una pena porque Wish podría haber sido un gran legado para Disney, una consecución a cien años de magia, de ilusiones y de pasiones. Dentro de todo se ve bien y no molesta, pero es una cinta que pasará sin pena ni gloria. Y es que es muy difícil alcanzar el éxito de los grandes clásicos de la compañía de Mickey Mouse. Pero si eres fan de Disney hasta la medula, seguramente la encuentres estimulante. Eso sí, lo mejor son sus títulos de créditos final.