Está claro que por mucho que nos quejemos, Disney va a seguir haciendo remakes de sus grandes clásicos. Después de El libro de la Selva, El rey León o La bella y la bestia, ahora nos llega otra adaptación de un clásico como es La sirenita. Después de la polémica surgida por el reparto de Halle Bailey, más que nada por los mismos tontos de siempre y quejarse del color de la piel, el clásico cogió fuerza y parecía que se iba a convertir en uno de esos remakes que conseguirían plasmar el alma de La sirenita en la modernidad. Pero lo cierto es que nada de eso tiene esta adaptación, que sigue con el mismo esquema de repetir lo que ya se vio en el clásico, alargar ciertas cosas y no ofrecer nada novedoso que haga ganas de verla. Eso sí, musicalmente es muy bueno, las canciones nuevas están muy bien, pero al final el producto es más de lo mismo y volviendo a salir de la sala con la idea de lo innecesario que son estos remakes hoy en día, más que nada porque el clásico sigue siendo vigente hoy en día.

La sirenita, como todos sabréis, es una adaptación libre de Christian Andersen, ya que mucho de lo que se cuenta no sucede como en la historia original. Pero aún así es la historia de una sirena que sueña con salir y vivir como un humano, a pesar de que un humano haya traumado a su familia para siempre. Así, Ariel hará todo lo posible por saber más y más del mundo de los humanos. El esquema de la cinta es la misma que en el original, está todo lo que hice grande al clásico, planos calcados y el esquema de la cinta es el mismo. Desde Ariel encontrando “cachivaches” hasta ella en barca esperando que el príncipe Eric la bese. Todo está y nada cambia. Quizás la introducción de alguna canción nueva, como las de Eric que nos servirán para saber como se encuentra el hombre de la cinta y sus sentimientos. Sin duda alguna esto es lo mejor de la cinta, las canciones clásicas y las nuevas, porque consiguen estar al nivel que se le puede pedir a una cinta que es musical y que tiene canciones tan emblemáticas como “bésala”, “parte de él” o, como no, “bajo el mar”.

Pero todo esto queda ensombrecido por el CGI que tiene la cinta que es feo. Muy feo. Quiero decir que ves el CGI que tiene La sirenita y lo comparas con El libro de la selva y sale perdiendo por todas partes. Además, visualmente es una película que no dice nada, no es llamativa y no tiene escenas que consigan quitar el hipo. Quizás los únicos momentos realmente con algo de personalidad son los de Úrsula, porque se nota que quieren hacerla algo icónica como la villana que ya fue en el clásico. Pero es de lo poco reseñable de un aspecto visual vacío y que no llama la atención en ningún momento. En cuanto a los actores, sin duda alguna, la función la tienen Halle Bailey y Melissa McCarthy. La primera consigue una Ariel única y que despunta en los momentos musicales con una voz increíble y dotando a las canciones de su propia personalidad. Y McCarthy consigue una Úrsula increíble que, aunque está muy bien, se queda algo lejos de ser icónica, pero sus apariciones en pantalla son lo mejor. El resto cumple sin más, al igual que Javier Bardem, que su Tritón tampoco pasará a la historia.

La sirenita (2023) es una adaptación innecesaria más que no llegará a ningún sitio más allá de los fans de este clásico. Es idéntico en todos los aspectos, pero alargando cosas hasta la saciedad. Musicalmente es increíble y las canciones están muy bien, pero en cuanto a calidad cinematográfica queda algo lejos de cosas que hemos visto. Y eso, para una película que ha costado una fortuna, no es bueno.