«Ellos eran débiles. Tú eras fuerte. Por eso te quería«

Curioso rumbo el que ha tomado la colección de Tom King con esta nueva terna de capítulos que publica ECC en España. Tras el primer arco argumental de su etapa, en el que nos presentó a dos nuevos superhéroes para la ciudad de Gotham y los hizo quemarse como las alas de Ícaro, ahora el guionista ha emprendido un camino de venganza y destrucción del principal justiciero de la ciudad gótica que tiene algo de repetitivo (recordemos que la larga etapa de Scott Snyder se basó, principalmente, en ir destruyendo cada uno de los pilares sobre los que se asentaba el personaje), pero que tiene un hilo conductor mucho más definido, de manera que se constituye como una única gran historia que habrá de ser juzgada una vez que haya sido contada por completo.

Si en los números anteriores el guionista se cargó de un plumazo la boda que todos esperábamos (y que finalmente no llegó a producirse) entre Catwoman y nuestro héroe, ahora King -a la vez que sigue explorando el dolor del personaje por la ruptura- sumerge al hombre murciélago en un nuevo charco de barro mientras que sigue perfilando la gran trama soterrada sobre la que girará esta nueva etapa de la longeva serie deceíta. Por un lado sigue pareciéndome tramposo volver a herir al personaje y negarle la felicidad cuando todos habíamos apostado fuerte por ver esta faceta tan pocas veces explorada del personaje (¿sigue pudiendo existir un Batman si eliminamos el dolor y el trauma?), pero por el otro es cierto que gran parte de lo que estamos leyendo mola bastante. Más por el cómo se está contando que por el qué.

«Que sean dos fosas. Cerca de la de mi abuelo. Una para ella. Una para mí«

El escritor está haciendo un enorme esfuerzo por humanizar a los personajes de esta colección. El romance con Selina nos mostró al Bruce más tierno y vulnerable. Su ruptura ha endurecido de nuevo su corazón, pero también ha servido para recuperar el carácter alegre y catártico de Dick Grayson como el compañero que más conoce a nuestro protagonista. Más aún, el Pingüino que dibuja el siempre fabuloso Mikel Janín a partir de Batman#30 se revela como una de las encarnaciones más personales y fáciles de trasladar al mundo real de cuantas hayan aparecido en las viñetas. Este tercer número de los que nos ocupan hoy, con su oscuridad y sus temas siniestros, es el que nos pone, una vez más, sobre la pista de lo que está por llegar y el que, junto con Batman #29, mejor retrata el calvario por el que está pasando el protagonista de esta cabecera.

Batman #30

Estamos, por lo tanto, ante una gran saga repleta de claroscuros. El dibujo y la manera en que se están contando las historias por parte de King están a un nivel altísimo, pero las tramas en sí no dejan de ser un pobre reflejo de lo que ya se nos ha contado antes. Como decía antes, lo memorable de la etapa que dio comienzo con el Renacimiento deceíta va a depender mucho de hacia dónde se dirija la historia y cómo decida el guionista cerrarla. Con todo, Batman sigue siendo una de las apuestas más fiables a la hora de comenzar una colección dentro de los cómics de esta editorial norteamericana.