«Allí hay alguien que fabrica droga de lujo«
Tenía que haberlo sospechado al ver el nombre de Joshua Williamson al principio de este cómic, pero no se me pasó por la cabeza. Acostumbrado como estaba a la oscuridad y el pesimismo que me habían ofrecido las entregas sobre El Acertijo y Dos Caras, imaginé que en éste Batman: Un Mal Día – Bane que nos trae ahora ECC tendría un poco más de lo mismo: una nueva mirada (si tenía suerte) sobre un viejo villano del Caballero Oscuro que buscaría contar una historia jamás contada sobre el personaje. Como si no me hubiera leído la etapa de Williamson al frente de Flash de cabo a rabo, como si no hubiera aplaudido lo suficiente ese poso de optimismo que le detectaba a las obras del autor de Portland. Al final tendré que agradecerlo: este cómic ha sido una auténtica sorpresa.
Porque en él nos encontramos a un Bane retirado y escondido en México que se dedica a la lucha libre (esa era fácil) para seguir ganándose de la vida, convirtiendo las que fueran sus míticas batallas contra Batman en un espectáculo que llena los recintos en los que actúa. A esta mole de músculos que vive tranquila en una gran mansión (sospechosamente parecida a la de Bruce Wayne) la visita un joven traficante que le ofrece algo que llevaba años sin probar: Veneno. Y es aquí donde Williamson obra su magia, haciendo que el villano desvele el porqué de su retiro y contándonos una historia de redención que se ancla levemente en la continuidad de los cómics (pero sin resultar incómoda para quienes no los llevamos al día) y desde allí nos lleva a una cruzada conjunta con el justiciero de Gotham para acabar con la droga que le convirtió en quien es hoy… a costa de una gran cantidad de sacrificios.
«Esperaba que reviviéramos juntos nuestros días de gloria…«
Así pues, Williamson convierte al villano en héroe casi sin que nos demos cuenta y lo hace de tal forma que uno se queda con ganas de leer más sobre esta nueva versión del personaje. Porque en ningún momento dejamos de ver al Bane de toda la vida. Simplemente, el autor lo hace ir más allá de lo que ha sido siempre, le permite evolucionar para este cómic y convierte este ‘Mal Día’ para Batman en una gran lectura para todos nosotros. Todo ello con un mensaje anti-droga de fondo que nos advierte de que nada es gratis en esta vida y que cualquier cosa que nos digan que algo nos ofrece irá siempre acompañada de una lista bastante alargada de peros y contraindicaciones.
Ilustra este cómic Howard Porter, el colaborador habitual del guionista en la serie del Hombre más Rápido del Mundo. El dibujo que nos ofrece en esta ocasión se lanza de cabeza al barro y no trata de ser hermoso en ningún momento. Deforma los cuerpos y lleva las expresiones al límite en un estilo que le sienta bien al relato de Williamson. Además, nos regala un recurso para contar una larga batalla entre dos titanes que jamás había visto y que he de confesar que me ha encantado.
Batman: Un Mal Día – Bane es justo lo que se debe esperar de esta colección: un relato sorprendente que nos ayuda a conocer un poco mejor a uno de los principales villanos del Hombre Murciélago, visto desde una perspectiva innovadora y atrevida. Me quito el sombrero.
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