Hasta que la Muerte nos Separe #5

Hasta que la Muerte nos Separe #5: La delgada línea shonen

Hasta que la Muerte nos Separe #5«Ocúpate de todo durante mi ausencia«

 

Hablaba hace una semanas con unos amigos sobre lo difícil que es hoy en día encuadrar a un manga en un estilo concreto. Las líneas, otrora clarísimas, entre shonen (manga para varones adolescentes), shojo (para chicas de la misma edad) y seinen (para adultos de ambos sexos) se han ido difuminando conforme ciertos roles han ido cambiando y determinadas asunciones en relación al género se han ido perdiendo. Hoy en día hay muchos chicos que leen shojo, muchísimas mujeres consumiendo shonen y, lo que es igual de importante, un enorme número de adultos que consumen ambos en busca de unas determinadas estructuras narrativas que no les han dejado de gustar tras abandonar el cóctel de hormonas de su juventud.

 

Publicaciones de ECC como Servamp (teóricamente shojo, pero con una estructura cien por cien shonen) o el presente seinen son un claro ejemplo de esta realidad. En el tomo de Hasta que la Muerte nos Separe que leemos hoy nos encontramos con una de las estructuras más típicas de cómics nipones como Naruto, Dragon Ball y One Piece: el viaje de entrenamiento. Condensado en poco menos de un mes, Mamoru emprende una aventura en la que ya hemos visto cómo se embarcaban personajes como Luffy o Goku cuando sus técnicas resultaban ineficaces frente a un enemigo particularmente poderoso o cuando hacía falta dar un respiro a la trama y centrarse en desarrollar a los personajes e introducir a algunos nuevos.

 

«De ti depende que Mamoru Hijikata viva o muera«

 

Con todo, el breve viaje de Mamoru sólo supone un instante de respiro dentro de la saga en la que se haya sumergido el manga. Máxime cuando los autores deciden omitir lo que ocurre en este entrenamiento y nos llevan directamente a sus consecuencias. Así, vemos una nueva evolución en las artes del samurái ciego y contemplamos cómo Haruka comienza a dar uso de sus dotes precognitivas para algo más que para servir de apoyo desde la base para nuestro protagonista. También asistimos a la entrada en escena de dos nuevos personaje dentro de la organización de Element Network que van a ser muy importantes a partir de ahora. Uno (Dai, o Die, según dónde lo leamos en la edición española) viene a suplir el papel del rival dentro del seno de los ‘buenos’ que han ocupado personajes como Piccolo o Vegeta (aunque con bastante menos maña) y el otro (Tatsumi Daiba) a añadir una nueva trama a las ya existente que, a mi juicio, se promete bastante más interesante de las que hemos leído hasta ahora.

 

Hasta que la Muerte nos Separe #5

Hasta que la Muerte nos Separe #5

 

Lo que no cambia, y si acaso empeora, es la proporción hombres-mujeres en este tebeo. Tras la aparición de Sierra y, sobre todo, de Juliette, un servidor pensaba que los autores iban a apostar por algo más de variedad en el cómic, pero el viaje de Mamoru y Haruka las hace desaparecer del mapa a ambas y, si acaso, sólo le da un cierto porcentaje más de responsabilidad a la niña que, por otra parte, sigue estando al cargo de nuestro protagonista. Que Sierra volverá es algo que queda claro por una escena que vemos en este número, pero con cinco tomos a las espaldas (diez de la versión original) comienzo a albergar cada vez menos esperanzas de que Hasta que la Muerte nos Separe deje de ser una sopa de testosterona. Al final va a ser que este seinen es más shonen que muchos de los cómics actuales que se publican bajo esa bandera en Japón.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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