Tom Taylor parece estar especializándose en explotar sus cómics de éxito hasta dejarlos secos con la complicidad (o el mandato) de DC Comics. Lo está haciendo con DCsos (que cuenta ya con una secuela y un par de spin-offs) y lo está haciendo con Injustice, que ahora nos presenta una precuela de la precuela (recordemos que el cómic original antecedía al videojuego), que publica ECC Ediciones en formato grapa.

«Voy a arrebatártelo… trocito a trocito«

¿Pero es necesario? La respuesta simple y concisa es que no. Se trata de rellenar huecos artificialmente, buscando motivaciones y justificaciones que encajen con lo que ya conocemos de los personajes implicados en el detonante de Injustice (la muerte de Lois Lane perpetrada por Joker). Bien lo sabe Taylor, que busca el reto en otra parte. Conocidas las respuestas al qué, quién y por qué, el interrogante que queda por resolver es el cómo.

A eso se va a dedicar esta miniserie de siete números en la que Taylor forma equipo con Roge Antônio (al menos en esta primera entrega). Cuáles fueron los acontecimientos que desembocaron en la mayor crisis conocida por el universo DC, el quebramiento del principal héroe de La Tierra, su mayor símbolo e inspiración.

Y esta es la orta gran clave sobre la que presumiblemente va a desarrollarse la aventura: el legado. Desde la reunión homenaje a la Sociedad de la Justicia a la conversación entre Superman y Batman sobre el sentido de su misión, sobre el mundo que esperan dejar, buena parte de la atención recae sobre este concepto.

¿Es entonces este Injustice: Año Cero necesario? Dependerá de las inquietudes de cada cual. Poco parece que vaya a aportar a nivel argumental, pero sí tiene mucho que decir respecto a los personajes y el ideal que representan.