Liga de la Justicia #21

Liga de la Justicia #19-21: Haciendo tiempo

Liga de la Justicia: Renacimiento #19«Yo no estoy sujeto a las leyes humanas«

 

Este mes de octubre llega a España a través de la gente de ECC la miniserie que dará paso a la Liga de la Justicia de Scott Snyder y esto se traduce, como ya ha pasado otras muchas veces en la editorial de la competencia a DC, en un lapso de tiempo que cae en tierra de nadie. La historia que pretendía contar Bryan Hitch ya ha terminado y en el número #19 de la colección (correspondiente al mes de junio del presente año) es aún demasiado pronto para otras cosas y hay demasiado poco tiempo como para ponerse a experimentar. Es por eso que la editorial norteamericana recurre a Christopher Priest (guionista, músico y muchas cosas más) para diseñar una historia fácilmente digerible y entretenida que no suponga ningún cambio radical y que nos entretenga mientras el plato principal se va cocinando en el horno de Noches Oscuras: Metal.

 

Así, en los tres cómics que nos ocupan esta vez nos encontramos con el comienzo de una nueva trama que, de no ser porque sabemos perfectamente hacia dónde se dirige (más aún teniendo en cuenta que el gran crossover deceíta pilla de por medio), podría parecernos algo más profunda e impactante, pero que, en su lugar, pasa sin pena ni gloria por nuestras manos entre el resto de novedades de cada mes. Y es una pena, porque el tema (la deformación de la realidad por medio de la opinión pública y las redes sociales) es verdaderamente apasionante (es muy llamativo que estén tratando casi a la vez este asunto esta colección y la Patrulla-X Roja de Tom Taylor) y, además, la estructura narrativa que escoge el guionista es verdaderamente llamativa.

 

«He sido un idiota tomándomelo a la ligera«

 

Más pena me da aún el tema de Hitch. Su JLA prometía mucho y se quedó en nada por la incapacidad del autor para asumir la carga de trabajo que suponía encargarse de una serie mensual como autor completo (guión, dibujo, tinta y color). La historia molaba y la idea era buena, pero las últimas entregas comenzaron a espaciarse y Renacimiento llegó sin que se pudiera finalizar debidamente la historia. Al final DC le asignó a un par de dibujantes para cerrar la colección y, en un movimiento que honra a la editorial por su fe, le dio al guionista las llaves de la Liga de la Justicia con, eso sí, un buen acompañamiento en los dibujos esta vez. El problema en esta ocasión ha sido que Hitch se ha tomado las cosas con mucha más calma, pensando sin duda que una serie mensual se merecía este ritmo, y para cuando nos hemos querido dar cuenta seguíamos presentando a los personajes y tendiendo puentes entre ellos a la vez que la editorial se encontraba en un momento completamente distinto del partido.

 

Liga de la Justicia #21

Jason Momoa, en Liga de la Justicia #21

 

Lo único bueno del asunto, que además podemos comprobar en los cómics de este mes, es que Bryan ha hecho un gran trabajo cohesionando el equipo y recuperando las sensaciones del pasado. Priest hereda una serie madura con la que se puede jugar, aunque sea por un tiempo muy limitado, sin riesgo de que se rompa o de que caiga en la incongruencia. Otro de los puntos a favor de DC es que, teniendo en cuenta que esto es una suerte de ‘filler‘, le da al nuevo guionista diez números americanos en los que desarrollar su mensaje, crítico con la sociedad actual, que a la vez glorifica hasta la enfermedad y exige sin mesura a sus héroes. Planteando, además, de nuevo el eterno dilema de hasta qué punto deben de responder los héroes ante una autoridad superior a ellos mismos (algo que ya condujo a una Guerra Civil en la competencia).

 

Sin más, este juicio a la Liga de la Justicia supone un descafeinado entretenimiento mientras esperamos a Snyder. Nos gusta, pero llega en un momento muy complicado como para poder brillar por su cuenta.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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