«Creo en las segundas oportunidades«
Primer crossover de envergadura tras el inicio de Renacimiento que publica ECC en nuestro país y debo decir que termino de leerlo con muy buenas sensaciones. Joshua Williamson, guionista responsable de la prometedora nueva etapa de Flash, se encarga de poner frente a frente a los dos grupos que están partiendo la pana para los estudios Warner en lo que a superhéroes se refiere. Con la cinta del Escuadrón Suicida aún clavada en nuestras retinas como agujas al rojo y con la Liga de la Justicia de Zack Snyder a puntito de caramelo (el 17 de noviembre llega a nuestro país) había que sacarse de la chistera como fuera una historia que pusiera frente a frente a las dos formaciones y, por extraño que parezca, la jugada le ha salido redondísima a DC.
Quizás (llamadme loco) el secreto haya estado en que, en lugar de enfrentar a unos héroes contra otros (algo que llevamos viendo en los cómics de la competencia desde hace cosa de una década) a Williamson se le ha ocurrido enfrentar a los buenos contra los malos. Así, sin dobleces, sin Batman y Superman sacándosela sobre la mesa para ver quién la tiene más larga. Dos equipos, unos quieren salvar el mundo, otros lo quieren ver arder, tortas como panes. Aparece un villano de calado, ¿para hacerlos trabajar en equipo? No, para dar a los malos una excusa válida por la que zurrar a los buenos. Tal cual. El guión de Liga de la Justicia contra Escuadrón Suicida es sencillo, divertido y se extiende a lo largo de tres brillantes números que nos llevan rápido al climax y al análisis de las consecuencias. Un crossover redondo señores.
«Juntos son unos sádicos invencibles«
Otro de los alicientes de esta aventura es que funciona a las mil maravillas de manera individual. Sí, encontramos referencias a la pelea entre estos dos equipos en el resto de colecciones (precisamente una de ellas, en Batman: Renacimiento #7, me hizo correr a leer este cómic, por si acaso) y seguramente en los próximos números de las dos cabeceras en liza veremos hasta dónde llegan las consecuencias, pero, más allá de todo esto, no hace falta haber leído nada antes de Liga de la Justicia contra Escuadrón Suicida para entender qué es lo que sucede y, más allá de algunos puntos concretos, esta miniserie se quedará en una aventura más para cada una de las series que ha entrelazado.
Otra cosa distinta son las consecuencias directas de este choque. Un mes después de que se pusiera a la venta el primer número del choque hacia lo propio la nueva formación de la Liga de la Justicia de América, un nuevo grupo con unas motivaciones muy distintas a las de otros super-equipos del pasado y cuyos orígenes se entierran profundamente en los sucesos que tienen lugar en el tercer volumen de la colección de la que estamos hablando hoy. Una auténtica puñeta, porque no quise darle mi voto de confianza a la serie que escribe Steve Orlando y ahora me estoy arrepintiendo con amargura.
No puedo escribir mucho más sin ponerme a desentrañar detalles esenciales de la trama. Así que lo dejo aquí no sin antes rematar con que Williamson se permite mezclar con gran habilidad acción, drama y comedia en un crossover que nos permite, además, contemplar a héroes y villanos en un escenario que les es ajeno a ambos. Resulta hilarante la relación establecida entre Harley Quinn y Wonder Woman, la violencia entre Killer Croc y Aquaman, el respeto que comienza a profesar nada menos que Lobo por Batman… Liga de la Justicia contra Escuadrón Suicida muestra sin ninguna clase de pudor el camino que han de seguir muchas otras colecciones para recuperar el corazón de los lectores. Lectura recomendadísima.
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