A raíz de la publicación de Condenado en varios tomos independientes, ECC Ediciones veía como algunos números de la serie regular Action Comics se quedaban descolgados, por lo que tomó la decisión de recopilar dichos números (#36-40) en un único tomo en rústica (tapa blanda) bajo el título Superman: Horrorville. Siendo un arco argumental autoconclusivo, como sucede en toda colección mensual, no faltan las referencias y situaciones provenientes de arcos anteriores que podrán dificultar la comprensión completa por parte del lector ocasional.
Grek Pak, su guionista, nos presenta un relato perfecto para estas tenebrosas fechas. Porque con Halloween a la vuelta de la esquina… ¿qué hay mejor que un relato de terror? Pues uno protagonizado por Superman, claro. Horrorville explora las consecuencias de la invasión de Brainiac y busca referentes de altura, nada menos que La Niebla de Stephen King (aquella que llevara al cine Frank Darabont en 2007), tomando una premisa similar, con una espesa niebla que llega a Smallville y atrapa a sus habitantes…
Este arco argumental gira en torno a Lana Lang, antigua amiga de Clark y uno de los personajes predilectos del guionista, que no ha dudado en situarla delante de los focos, como uno de los aliados más cercanos del hombre de acero. Así, después de haber luchado prácticamente mano a mano con el kriptoniano, ahora el escritor ha querido profundizar en su pasado.
Y es que, a pesar de la premisa y la acción que transcurre en el presente (la historia va dando saltos hacia atrás en forma de flashbacks), la intencionalidad de Greg Pak radica en conocer la historia de los habitantes de Smallville. Tratamos con Lana y sus padres, así como las virtudes y miedos de un jovencísimo e imberbe Clark que está descubriendo sus poderes. Es este cariz más familiar, de tratamiento de personajes, el gran atractivo de Horrorville, aventura que no termina de destacar en otros aspectos, desaprovechando personajes como Acero o el principal villano de la función.
En cuanto al trabajo artístico Aaron Kuder, dibujante principal del arco, realiza un trabajo sobresaliente, metiéndose de lleno en el tono pesadillesco de algunas de las secuencias, y creando un Superman quien, a pesar de las debilidades que muestra -en un nuevo intento de su guionista por acercar al personaje al común de los mortales, alejándose de la imagen infalible e imponente que llevaba mostrando desde el inicio del nuDC-, sigue defendiendo su porte sobrehumano que tanto entusiasma a los fans del personaje.
El dibujo es el mayor reclamo de este relato con tintes terroríficos que cumple su función de lectura evasiva, sin aportar mucho más a la historia del personaje. Supone más un autoregalo del guionista, que demuestra su predilección por el contexto supermanero, que una historia que vaya a perdurar en la mente del lector mucho tiempo. Horrorville sigue, pues, la línea que ha seguido la colección durante los últimos tiempos.
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