«Fascista y salvaje… ¡Qué combinación!«
Tras su salida de Marvel, llevaba ya algún tiempo sin leer nada de Brian Michael Bendis. Cierto es que el guionista ha estado más que presente en la cabecera de Superman (a la que ha llegado como gran fichaje de la editorial), pero las aventuras del Hombre de Acero (también publicadas por ECC en España) caen en manos de nuestro querido Daniel Lobato y habrá de ser él quien las analice a su debido tiempo. Por lo tanto, esta nueva colección viene a ser mi primera toma de contacto con el autor desde que se produjera su desembarco en la casa de héroes como Batman o Wonder Woman.
Cuando el guionista fichó por DC lancé la suposición de que le caería una colección principal y que, aparte, la editorial le concedería una serie menor en la que el escritor tuviera más libertad para escribir a gusto. Young Justice es de las pocas series deceítas que no es consecuencia directa de un evento editorial (aunque, por lo que veremos de su argumento, en e fondo es consecuencia de todos ellos) y tiene en su plantel a una serie de personajes lo suficientemente pequeños u olvidados como para que Bendis pueda desmelenarse y contar la historia que le venga en gana. Además, esta desconexión inicial con los últimos grandes sucesos libera a Young Justice de una trama inicial prefijada y permite que el autor planee hacia dónde quiere llevar a estos Jóvenes Veng… Justicieros.
«Averiguaré lo que soy cuando nadie me diga lo que soy«
No sé cómo estarán yendo las cosas en Superman, pero las consecuencias de este ‘regalo’ de DC a Bendis se notan desde la primera página. Pocas veces he leído una historia de este guionista en la que se transmita con tanta rapidez que quien la escribe está disfrutando de su trabajo. Los que llevábamos algún tiempo leyendo sus historias para la Casa de las Ideas siempre creímos que su salida de la misma se debió más al hartazgo por las imposiciones editoriales y al cansancio y desgaste que ha supuesto su última década dedicada en exclusiva a estos personajes que a un frío tema de dinero. En Young Justice nos encontramos a un Bendis entregado a la acción y al humor, con tramas rápidas y ágiles que prefieren recurrir a los flashbacks momentáneos para presentar a los personajes para no ralentizar o detener la trama. No encontramos también a un Bendis que ya comienza a montar su propio patio de recreo y que lleva a todos estos personajes a Metrópolis, justo donde habita su otro personaje (un crossover no es nada descartable).
Nos encontramos también a un guionista que, a falta de que DC confirme su nivel de poder en las decisiones editoriales a partir de ahora, ya ha dejado caer una bomba como la de las siete grandes crisis del multiverso DC, idea que ya desarrollará algo más en la cabecera del Hombre de Acero y que define de repente cuáles han sido los siete grandes eventos que han marcado un cambio de curso en la historia de la editorial (Crisis Infinita, Flashpoint, Noches Oscuras…). Esta enumeración no es nada baladí y supone la capacidad de Bendis para hacer y deshacer en ciertas definiciones de la historia deceíta, pero, sobre todo, viene a sugerir que, tal y como sucediera hace años con sus Nuevos Vengadores, quizás deberíamos comenzar a prestar verdadera atención a Young Justice, pues puede pasar a ser la colección que el guionista de Cleveland utilice para preparar las próximas grandes historias que se cuenten a partir de ahora en DC.
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