Tras derrotar -una vez más- a Magneto y sus mutantes diabólicos en colaboración con los Vengadores, los que un día fueran alumnos de Charles Xavier pueden, por fin, llorar la muerte de su mentor y maestreo. Pero en el mundo de los cómics no hay paz que dure más que un par de páginas y en seguida la joven Patrulla-X tiene que lidiar con nuevas amenazas en una interesante novena entrega de la Biblioteca Marvel dedicada a las primigenias aventuras del homo superior.
«¡Explotará en cualquier momento!«
Igual es que venimos de varias entregas de nivel decreciente y nos conformamos con poco, pero lo cierto es que este volumen presenta unas aventuras bastante estimables. Quizás la más interesante sea la que atañe a Ángel en solitario, pues está escrita nada menos que por Jerry Siegel, uno de los creadores de Superman.
El caso es que con el ánimo de azuzar la colección y las ventas se decidió que la Patrulla-X se separara temporalmente, dando lugar a un puñado de relatos protagonizados por uno o dos de los miembros del equipo. Tenemos así la citada aventura protagonizada por el mutante alado (aunque curiosamente dicha aventura no formó parte de la serie regular de la Patrulla-X, sino que se incluyó en las páginas de Ka-Zar y de Marvel Tales), otra liderada por Jean Grey y Cíclope (historia cuyo villano procede de las páginas de Los 4 Fantásticos) y otra por los por entonces mejores amigos Hank y Bobby. Junto a ellas, dos aventuras más con el quinteto al completo.
Parte del interés, como decíamos, radica en ver a Siegel desenvolviéndose en tierras marvelitas, pero también en cómo esta separación temporal de la Patrulla-X sirvió para sacarlos de su zona de confort enfrentándoles a enemigos y situaciones ajenas a su cotidianidad; así como a otros villanos que ya contaban con cierto historial en la franquicia, como Mesmero.
Pero si hemos de quedarnos con algo a destacar de este pedacito de historia que es la Biblioteca Marvel, esto es el debut de Lorna Dane. ¿Que quién es Lorna Dane? La mismísima Polaris, hija de Magneto y con quien comparte sus habilidades magnéticas. Aquí, sin embargo, no vamos a ver al personaje ni usando su nombre mutante, ni llevando su clásico uniforme. Para eso aún deberemos esperar un poco. De momento tenemos eso, su primera aparición y una de las primeras ocasiones en las que el concepto de «mutantes latentes» mostraba que el homo superior no era solo un grupo de post-adolescentes y sus malvados y pintorescos enemigos, sino que era una raza de un potencial y alcance demográfico mucho mayor de lo visto hasta entonces.
En cuanto a esas breves aventuras complementarias que narraban el origen de los alumnos de Xavier, aquí nos despedimos de la historia protagonizada por Bobby Drake, convertido ya en el segundo alumno de la escuela, así como una explicación de sus poderes y el origen (pero origen literal, el mismísimo nacimiento) de Hank McCoy.

Deja un comentario: