«Vas a tener mucho que explicar«
Para traer a Lobezno de vuelta de entre los muertos Marvel no ha querido centrarse en una única miniserie (como si de un microevento se tratara), sino que ha apostado por una fórmula que, sin ser novedosa, no es la más común que digamos. Cuatro historias paralelas, a razón de dos números cada una (cuatro en Norteamérica), irán desgranando desde septiembre y hasta final de año las distintas iniciativas para buscar al desaparecido mutante de las garras de adamántium. Todo un reto para el lector, que se va a ver obligado a comprar cómics a mansalva para poder hacerse con la foto final completa de esta vuelta a la vida… O quizás no, porque veamos de qué va la ‘primera’ (no hay un orden real) de todas ellas.
Tom Taylor, actualmente al frente de la Patrulla-X Roja de Jean Grey, se une a R. B. Silva para juntar a los Nuevos Vengadores de Bendis una vez más y ponerlos tras la pista de un misterioso vendedor de códigos genéticos de superhéroes en subastas de dudosa reputación. La historia no es más que una excusa para contarnos un capítulo olvidado de la etapa en la que Luke Cage hacía equipo con Spidey, Jessica Jones, Iron Man y el propio Lobezno en la que los secretos (que con tanta virulencia estallarían en Pecado Original) ya estaban a la orden del día y los poderes de Logan aún permanecían intactos. Tanto como para comerse una bomba con patatas para desayunar.
«Es Lobezno. No puede morir«
¿Acerca esto de alguna manera a nuestros protagonistas al verdadero paradero de Lobezno? Pues la verdad es que, pasados los dos primeros de esta historia, no lo tengo muy claro. Todo parece apuntar a que, al menos esta colección, se dedicará a dar palos de ciego en direcciones sólo remotamente cercanas a la que haya emprendido el mutante, hasta que algún suceso devuelva a los héroes sobre la pista correcta. Así, en esta entrega nos encontramos a los cuatro personajes en una subasta en la que el producto estrella dista mucho de ser el que ellos podrían imaginar, lo cual les meterá en una pelea que no imaginaban cuando comenzaron a buscar a su difunto amigo.
Aún pese a tener un argumento tan tenue (es el signo de los tiempos), Proyecto Adamántium es una historia muy divertida de leer. Taylor capta a la perfección la química y la dinámica del grupo (casi da pena que no están juntos de nuevo ahora mismo) y cada uno interpreta su papel como un reloj en cada escena que el guionista plantea. Dicho de otro modo: No sé muy bien hacia dónde nos lleva esta trama, pero estoy disfrutando bastante del camino. Y esto no está nada mal para las expectativas que tenía en torno a este cruce de personajes. En noviembre llegará la conclusión de esta serie y entre diciembre y enero ya tendremos (oficialmente) a Lobezno de vuelta. Tratemos de disfrutar por el camino.
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