Sin Marcus To, pero con Bob Quinn (que también promete regalarnos excelentes páginas), Tini Howard reconfigura Excalibur para entrar en la siguiente fase mutante, la primera sin Jonathan Hickman: Destino de X. Se advierten evidentes cambios desde su arranque, pero en esencia Caballeros de X sigue siendo Excalibur. Hasta el punto de que uno no puede sumergirse en esta nueva colección publicada por Panini Cómics sin haber leído la serie precedente. Todo lo que ocurre aquí es consecuencia y continuación de lo visto en aquella.

«No son Centinelas, pero es perdonable haberlo pensado»

Excalibur #22 nos dejó a Betsy Braddock y el cuerpo de Capitanas Britania atrapadas en Otromundo, sin forma de retornar a Krakoa y con las huestes de Merlín y Arturo arrinconando sin piedad a los mutantes. Caballeros de X parte de este escenario, pero lo lleva adelante en el tiempo. Merlín es el nuevo gobernante de Otromundo y los mutantes (o brujos, como les denominan en el lugar) viven atemorizados y escondidos, perseguidos por su condición. Tini Howard lleva el status clásicos de los mutantes a un contexto mágico en el que no faltan ni siquiera unos pseudo-centinelas igual de despidadados que las primigenias creaciones de Bolivar Trask.

El tono de la serie, pues, ha sufrido una pequeña pero determinante variación que se traduce también en el escenario a disposición de Howard y su nuevo socio, Quinn. Con el pequeño grupúsculo de mutantes de la capitana Braddock atrapados en Otromundo no hay visos de que a corto plazo se trate con el aquelarre Akkaba y sus conspiraciones políticas en Reino Unido. Eso quedará para otras colecciones, pues el contacto con nuestro mundo está cortado.

Y ese es el leitmotiv de la etapa que nos ocupa. Caballeros de X se presenta como un viaje en busca del camino a casa. Braddock y los suyos harán su viaje del héroe particular (como marca la tradición literaria y fabulesca de la que da cuenta a nuestra protagonista Roma Regina, una de sus pocas aliadas entre las esferas de poder de Otromundo), en el que deberán pasar numerosas pruebas y que a buen seguro les transformará de una u otra manera. Grosso modo esto es lo que nos propone el primer número de Caballeros de X: presentación de personajes (hay algunos interesantes cambios en la alineación del equipo respecto a Excalibur) y planificación de las líneas maestras que guiarán la historia. La cuenta atrás para el duelo definitivo entre Merlín y Betsy no ha hecho más que comenzar.