Retomamos la costumbre de tiempos de Amanecer de X de titular las entregas de Excalibur con una frase extraída de la mítica película de John Boorman y lo hacemos, al igual que con el primer episodio de la colección, con una cita de su icónico final. Porque aunque Excalibur acabe como tal en este número #22, las aventuras de Betsy Braddock como la Capitana Britania con Tini Howard a los mandos no terminan aquí. Si algo deja claro esta última entrega, es que aún quedan muchas historias que contar alrededor Arturo, de Otromundo y de nuestra Capitana.

«Lucha por un mundo que la teme y la odia«

Así pues, más que de fin de serie sería más preciso hablar de fin de temporada. El nuevo ciclo mutante, Destino de X, está a la vuelta de la esquina y el rincón mágico de Krakoa quiere estar preparado para volver a situarse como una de las apuestas seguras de la franquicia mutante.

La tarea que tienen Marcus To y Tini Howard en esta capítulo es complicada, no tanto por el alcance de la historia, sino por lo que significa la misma. La trama de este número, evidenciada la superioridad de las fuerzas de Merlín y Arturo, apela a la gestión de la derrota. Imaginad, un final de cabecera/temporada centrado en narrar un fracaso y sus consecuencias más inmediatas. Tal como configuran sus bazas los autores, es muy probable que la próxima temporada de la serie  (que tomará por título Caballeros de X) avance unos cuantos meses en el tiempo para servir de puerta de entrada a nuevos lectores y que el lapso entre su arranque y este final se aborde a modo de flashbacks o, simplemente, sea aludido de forma accesoria, pero sin darle mayor importancia.

Ciertamente podríamos lamentarnos por perder algunas de las ideas sembradas en Excalibur, ya sea en forma de sinergias entre personajes o de ramificaciones sin resolver de sus argumentos; pero es tan atractivo lo que está por venir que la pena dura poco. Sobre los personajes poco se puede hacer a corto plazo, estos van y vienen y dependen de la maña de cada autor. Howard parece desprenderse de algunos en este final de serie y solo podemos aspirar a que el relevo esté a la altura. Los que se mantendrán indican que así será. Sobre las aristas argumentales, las que quedan fuera serán recogidas (con toda probabilidad) por series como Inmortal Patrulla-X (si sabéis sobre qué versará dicha colección ya os imagínais que recogerá de Excalibur), así que no caerán en saco roto. ¿Y qué se queda Howard? En primer lugar, un ejercicio de retrocontinuidad enlazando con la última etapa de Jonathan Hickman al frente de Vengadores / Nuevos Vengadores que el propio guionista habría firmado con gusto. Pero, sobre todo, la promesa es la de una lucha de la Capitana y sus aliados «por un mundo que la teme y la odia«. ¿Veremos reimaginaciones de los mitos artúricos en clave mutante? Es una posibilidad muy tentadora y nada descabellada sabiendo qué personajes hay sobre el terreno: Arturo, Morgana… Mordred.

Este «final» nos deja con Betsy Braddock empuñando en alto su espada, convencida más que nunca de defender la causa mutante en un mundo, lejos de la idílica Krakoa, que es como siempre fue. ¡Larga vida a Excalibur y los Caballeros de X!