Una de las primeras consecuencias de Amanecer de X -quizás la más evidente- es la recuperación de cabeceras clásicas de la franquicia mutante que por unos u otros motivos dejaron sus mejores tiempos ya bastante atrás, pero que en este nuevo escenario ven la oportunidad de volver a lucir con todo su esplendor y enamorar a toda una nueva generación de fans. Hablamos de series como Nuevos Mutantes o la que ahora nos ocupa, Excalibur, que vivió su época de gloria de la mano de autores como Chris Claremont, Alan Davis o Alan Moore. Palabras mayores.
«Haced el favor de dejar de mirarme así»
En esta nueva iteración es Tini Howard quien asume la responsabilidad de devolver la gloria a esta serie. Y lo hace manteniendo algunos de los elementos más icónicos de la misma, pero dándoles una vuelta de tuerca y buscando expandirse a nuevos horizontes, muy en la línea de lo propuesto por Jonathan Hickman para todo el cosmos mutante desde el terremoto que ha supuesto Dinastía y Potencias de X. Así, viendo simplemente la portada del primer número nos damos cuenta de que hay un nuevo personaje que ha asumido el manto del Capitán… de la Capitana Britania.
Betsy Braddock la hermana de Brian Braddock, el Capitán Britania de toda la vida, toma este nuevo rol y se trae consigo a un nuevo equipo de aliados que sorprenderá a más de uno por la composición del mismo. Encontramos desde personajes como Pícara o Gambito a otros como Apocalipsis, y es que recordemos que en Krakoa todos los mutantes tienen su sitio, todos son bienvenidos, y los crímenes del pasado ya no son tenidos en cuenta. Teniendo únicamente esto último en cuenta podemos imaginar que el abanico de posibilidades que se abere de cara al futuro de la Patrulla-X es inmenso. Poder utilizar a personajes como Mr. Siniestro o el citado Apocalipsis yendo de la mano de Jean Grey, Cíclope o Mariposa Mental es todo un caramelo para los autores y el simple morbo de ver estos equipos imposibles es ya un atractivo para seguir cualquiera de las colecciones que decida aventurarse en esta dirección. A su vez también pone las cosas más difíciles para los equipos creativos, puesto que hay que recurrir a otro tipo de villanos y tramas a fin de que los personajes protagonistas, antiguos enemigos, puedan adaptarse y combinar bien entre ellos.
Volviendo a Excalibur, Howard tiene en Betsy un personaje muy jugoso que se encuentra en un periodo de transición, de búsqueda de su lugar dentro de la gran familia mutante debido ya no solo a la asunción del puesto de Capitana Britania (algo que descubrimos cómo sucede en este primer número), sino que además antes o después deberá enfrentarse a Kwannon, la mutante con la que intercambió su cuerpo hace ya unos cuantos años (situación de que se mantuvo hasta hace relativamente poco) y que también está en Krakoa. Ya en este número #1 la guionista a través de los lápices de Marcus To hace un primer e incómodo encuentro entre ambos personajes. Viven en el mismo lugar, se van a cruzar muchas veces y eso genera un estado de tensión que es imposible ocultar. Todo ello, además, con la situación generalizada del homo superior que tiene su sueño como especie al alcance de la mano, que parece que por fin, después de tantos años empieza a coger forma y ser una realidad tangible.
Así pues, tenemos a un personaje protagonista con muchos matices, muchas facetas a explorar, y que está llamada a ser una de las principales paladines de la Patrulla-X a corto y medio plazo. Por lo demás este Excalibur #1 sigue la senda del resto de colecciones que es presentar a los diferentes equipos de mutantes protagonistas de cada una de ellas y, en las que están más ágiles al respecto, presentar tanto primeras potenciales amenazas como el tono en el que pretenden moverse. En el caso de Excalibur la magia va a jugar un papel fundamental y la simbología artúrica a través de la realidad de Otromundo.
Vamos a ver como sigue en los siguientes capítulos, pero quizás le está costando un poquito arrancar. Da la sensación de que Howard está palpando el terreno, que no quiere cometer ningún error; pero si no concreta próximamente corre el peligro de estancarse y meterse en un callejón de difícil salida. Además de esto, en principio no hay conexiones evidentes con las otras series (como sí sucede con Merodeadores, por ejemplo). Sin embargo, como decimos, estamos solo ante la primera entrega de la serie y habrá que ver como evoluciona. Los ingredientes para ser una serie de éxito están ahí y los riesgos de fracasar en el intento también lo están.
¿Y el orden de lectura? Venimos de Merodeadores #1 y después de Excalibur #1 lo que toca es acercarse a Nuevos Mutantes #1.
Deja un comentario: